Trasladando el piano, el arpa y los instrumentos de percusión hacia el centro del escenario y llevando los clarinetes, trompetas y flautas a las orillas, más cerca de las rejillas por donde se renueva el aire, se puede reducir la concentración de aerosoles en los conciertos, junto a la siempre necesaria buena ventilación. Investigadores de la Universidad de Utah (EE UU) lo han comprobado con modelos computacionales.
Lo que no han analizado los autores es cómo impactan estos cambios en la acústica y la calidad del sonido para la audiencia. “Hemos intentado mantener la proximidad de los grupos de instrumentos, y pensamos que para una persona sentada en casa escuchando, la calidad del sonido no se verá afectada”
Pues nada, alteramos la acústica sin pensarlo y punto.
La gracia de los conciertos es la presencialidad de los mismos
Comentarios
como recolocarlos? pues el violinista de camarero, el trombonista de electricista, el flautista de programador de python...
#6 Más bien, sí...
Saludos.
Los vientos mirando hacia atrás, supongo.
#1
#1 los vientos tambien suelen llevar aleaciones de cobre...
El problema es que la disposición de una orquesta es la que es por algo y no se puede cambiar por mis cojones morenos.
Lo que no han analizado los autores es cómo impactan estos cambios en la acústica y la calidad del sonido para la audiencia. “Hemos intentado mantener la proximidad de los grupos de instrumentos, y pensamos que para una persona sentada en casa escuchando, la calidad del sonido no se verá afectada”
Pues nada, alteramos la acústica sin pensarlo y punto.
La gracia de los conciertos es la presencialidad de los mismos
¿Y sí, en lugar de soplar, aspiran?