Los neurocientíficos Man y Damásio están convencidos de que hay un modo de dotar de sentimientos a los robots. Al menos de forma indirecta, pues plantean hacerlo a través de la 'implantación' de un único deseo: el de autopreservación; su teoría es que, a partir de ese punto, una inteligencia artificial tendría que desarrollar esos 'sentimientos', una forma de llamar a aquellos comportamientos necesarios que aseguran su propia supervivencia.
Comentarios
A presidir la formacion naranja
hay un modo de dotar de sentimientos a los robots.
Totalmente evidente. Los sentimientos no son más que automatismos. Un robot los puede tener implementados y mucho mejor que otras cosas.
Ahora bien, entendamos esto correctamente. Las leyes de la robótica SON los sentimientos de los robots.