Rodar, saltar y agarrar. Acciones básicas para la mayoría de animales, que les permiten adaptarse de inmediato a su entorno. Desde que los humanos creamos autómatas, hemos simulado sus movimientos para hacernos la vida más fácil. La revolución de los materiales y la nanotecnología se unen ahora para imprimir en 3D sustancias ferromagnéticas capaces de moverse solas en espacios tan inverosímiles como el interior de nuestro cuerpo, en respuesta a la luz, el calor o campos magnéticos. Y sin pilas.
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Mola
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