Cada vez dedicamos más tiempo a nutrir nuestras relaciones 2.0 a través de esta red social, y aunque a priori nos satisfaga plenamente por nuestra necesidad de conexión social, a la larga nos provoca malestar y depresión.
Yo más bien creo lo contrario. Y es que al fin y al cano nos damos cuenta de que esa supuesta red social 2.0 no nos hace desarrollarnos como personas, sólo como nicks. No hay que abusar y las relaciones personales son eso: personales.
Comentarios
Menéame más... y aquí seguimos.
Yo más bien creo lo contrario. Y es que al fin y al cano nos damos cuenta de que esa supuesta red social 2.0 no nos hace desarrollarnos como personas, sólo como nicks. No hay que abusar y las relaciones personales son eso: personales.