Publicado hace 2 años por manuelmace a vagohacehistoria.blogspot.com

Vamos a centrarnos en los trenes gordos. Porque Europa no era Estados Unidos y su fetiche guarro con los coches, y la aviación de pasajeros tampoco había pegado el petardazo. Si te querías mover largas distancias por el continente, lo tuyo era el ferrocarril. Y Adolf Hitler lo tenía claro: trenes bien pepinos. A ver, que no seré yo quien defienda a Hitler, pero algo de razón tenía. Y voy a matizar antes de que se me cancele. En los años 30, quien partía el bacalao era Gran Bretaña, y Gran Bretaña era un imperio marítimo. Así que Alemania...

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El artículo parece un resumen cutre de este vídeo en Youtube:

ZomIneck

.... y hasta el higado