A lo largo de 76 kilómetros de raíles que cruzan el istmo en apenas hora y media, el ferrocarril de Panamá mantiene en movimiento uno de los engranajes más importantes de la logística global. Desde hace más de siglo y medio, une océanos, conecta historias y sostiene la dinámica que mueve a un país que nació para enlazar al mundo. Operado bajo concesión por la Panama Canal Railway Company, el sistema ferroviario trabaja conectando el movimiento de contenedores de una costa a otra.