Stacy Knutson es una camarera de Minnesota con muchos problemas económicos. Su sueldo apenas le da para mantener cada mes a sus cinco hijos. Alguien que conocía sus apuros le dejó en una caja una propina extraordinaria por haberles atendido bien en el bar: 12.000 dólares. Esa es su versión del inesperado “regalo” que recibió por parte de unos clientes dentro de una caja. Las sospechas de la Policía son muy distintas: el dinero pertenece a unos narcotraficantes que quisieron deshacerse de el.
Comentarios
Les ha tenido que atender muy, pero que muy bien. Hoy estoy en plan malpensado.
#1 Pues vete a saber lo que habrá, pero ya también cuando me lo he podido permitir he hecho donaciones para ciertas cosas y cierta gente cuando me lo pude permitir y en función a mis capacidades, si sentí que algo o alguien realmente lo merecía. Eso sí, si doy algo, siempre anonimamente, no me gusta que nadie pueda estar agradecido hacia mí por motivos económicos, ademas de contraproducente, no me sentiría cómodo.
Amigos camareros, tomad nota, nunca se sabe cuando podéis tener un golpe de fortuna, así que sed amables y ponerme un jodido pincho con la caña!!!
Eso es cierto#3, se están perdiendo las buenas costumbres, unamos eso a lo del tabaco y que luego me pregunten porqué no piso un bar apenas.....
Aunque igual la culpa no sea del camarero, si no del mal empresario que además de no poner pinchos trata de cobrarse el botellin a 2 euros ( o más, en algunos casos)