Un nuevo libro, 'Los Sucesos de Casas Viejas en la Historia, la Literatura y la Prensa (1933-2008)', ahonda en la masacre que en enero de 1933 convirtió esta pequeña localidad gaditana en "un mazazo" para quienes tenían esperanzas de que la II República podía cambiar España.
Hay que tener en cuenta que la familia Seisdedos que estaba en el interior de la vivienda calcinada, eran ácratas, estaban en contra de cualquier forma de autoridad y eso a los militares de entonces, les pone rabiosos. (Ver los acontecimientos de Asturias de 1934). Si la República dió orden de asesinarles, o asesinarles de esa manera tan cruel, no lo sabemos, pero hay que tener en cuenta que los militares estaban al bode de la sublevación, eran anticomunistas, antianarquistas, antisocialistas y como se vería poco después, antirepública, pese haberla jurado.
Eso de quemar familias enteras dentro de sus propias casas y fusilar a la gente al azar fue un detalle por parte de la guardia de asalto y la guardia civil, que no hicieron sino seguir con la táctica de la legión que tantos amigos generó en el rif: arrasar primero y preguntar luego.
Lo triste es que estos sucesos se engloben dentro de la segunda república (provocó la caída del gobierno de Azaña), y fue un aperitivo de lo que esperaba. Ya se iban cociendo los 40 años por el desierto.
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Hay que tener en cuenta que la familia Seisdedos que estaba en el interior de la vivienda calcinada, eran ácratas, estaban en contra de cualquier forma de autoridad y eso a los militares de entonces, les pone rabiosos. (Ver los acontecimientos de Asturias de 1934). Si la República dió orden de asesinarles, o asesinarles de esa manera tan cruel, no lo sabemos, pero hay que tener en cuenta que los militares estaban al bode de la sublevación, eran anticomunistas, antianarquistas, antisocialistas y como se vería poco después, antirepública, pese haberla jurado.
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diariodecadiz.esEso de quemar familias enteras dentro de sus propias casas y fusilar a la gente al azar fue un detalle por parte de la guardia de asalto y la guardia civil, que no hicieron sino seguir con la táctica de la legión que tantos amigos generó en el rif: arrasar primero y preguntar luego.
Lo triste es que estos sucesos se engloben dentro de la segunda república (provocó la caída del gobierno de Azaña), y fue un aperitivo de lo que esperaba. Ya se iban cociendo los 40 años por el desierto.