La veta cinegética de la Monarquía española se ha mantenido en la siguiente generación, pues a la Infanta Doña Elena también le gusta participar en monterías y practica tiro en la finca Cantoblanco, en las afueras de Madrid. El Príncipe de Asturias caza ocasionalmente, y sólo la Reina y la Infanta Doña Cristina se mantienen al margen de la ancestral tradición. En cuanto a los nietos de los Reyes, el accidente sufrido por Felipe Juan Froilán de Marichalar ha revelado su precoz interés por ese deporte.
Comentarios
Me pregunto por qué no ha finalizado el artículo con un "¡Viva el Rey!"
Qué asco!!!
siempre tan lameculos