La lluvia y grupos anarquistas amenazan con empañar la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton el viernes en Londres, que se va llenando de turistas y periodistas mientras se intensifican los preparativos para el gran día, en el que habrá pompa y boato a raudales, pero también protestas.
No creo que tampoco sea cuestión de sabotear la boda. Yo pasé la boda real en Madrid totalmente ajeno a la celebración sin que me causase ningún inconveniente.
Madrid y Londres son ciudades suficientemente grandes como para hacer algo alternativo si no te apetece ver la boda.
Lo primero es pasar de ellos como de comer mierda. Si bien, lo que jode es que luego sólo salen los que están encantadimimos con los monarcas. ¡Viva la pluralidad!
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No creo que tampoco sea cuestión de sabotear la boda. Yo pasé la boda real en Madrid totalmente ajeno a la celebración sin que me causase ningún inconveniente.
Madrid y Londres son ciudades suficientemente grandes como para hacer algo alternativo si no te apetece ver la boda.
Lo primero es pasar de ellos como de comer mierda. Si bien, lo que jode es que luego sólo salen los que están encantadimimos con los monarcas. ¡Viva la pluralidad!