Pucheros de lentejas, garbanzos y judías con verduras, con chorizo y morcilla de siempre, patatas con pollo, arroces, pasta con verduras y hasta los huevos han recuperado protagonismo en las casas y los tuppers de los españoles desde que empezó la crisis. Las familias también regresan al desayuno, las cenas y los almuerzos en casa y al tupper en la oficina, lo que se ha reflejado en un aumento de la ingesta de sopas y caldos (23,48%), de cereales (54,34%), mantequilla (35,18%) y margarina (16,45%).
Comentarios
Pues yo no sé que leches comía la gente hasta ahora entonces.
Porque yo siempre he comido cocidos, patatas con pollo, arroz, etc.
#3 Hay que hacer creer al mundo que todos vivimos encima de nuestras posibilidades, que todos teniamos un jet privado en la puerta de nuestra mansión de mil habitaciones en Villaverde d'Or y volábamos veinte veces al año solo para tomar café en Las Maldivas.
Que se note que nos merecemos los recortes, no como los políticos, los banqueros y los grandes monopolios que siempre fueron grandes referencias de austeridad, salarios ajustados y buena gestión.
Los cojones, esto no me lo creo ni yo.
#3 Yo antes me alimentaba a base de mariscadas. Marisco para desayunar, marisco para comer y marisco para cenar. Y un puro.
#3 Me imagino que antes se vendía más comida elaborada y precocinada, que no deja de ser carísima. Supongo que se refiere a eso.
¿Moda? Hay que ser frívolo para llamar moda a la necesidad.
Y los bares y las terracitas llenas... algo no me cuadra...
#2 La comida del trabajo la haces a base de tupper y vas al bar o a la terracita a tomarte algo con los amigos, la familia o la pareja.
Echas cálculos y ves que estabas haciendo 28 comidas fuera (calculando una comida diaria por trabajo, dos de "ocio" y cuatro semanas por mes). Decides pasarte al tupper. Has eliminado las dos terceras partes del dinero gastado en comer fuera, sin reducir el ocio, sea familiar o con amigos.
Si a esto le sumas el cambiar "cenar y copas" por "tapear y cervezas", más ahorro sin renunciar a tener un necesario tiempo de ocio.
A mi si me cuadra
#4 ¿Quién dices que estaba haciendo 28(!!) comidas de restaurante al mes?
#9 Pues alguién que comiese a diario a base de menú del día, llegaría facilmente a esa cifra.
Yo nunca he dejado de comer lentejas, judías, estofados, migas, sopas caseras, como siempre, y es que parece una paradoja, pero nos comemos unas migas y una sopa castellana en un restaurante y quedas como Dios, que son caras y en casa parece que no las quiere la gente porque parecen comidas de pobres, con lo fáciles que son de hacer.
#6 ummmmmmmmmmm migas....
Que cojones de Moda? hace años que me como el tupper en la oficina. Hoy hay paella.
Pues vamos a ganar en salud, para compensar las medicinas más caras...