El nuevo año comenzó mal para el personal de la fábrica de Pirelli en Manresa. El 21 de enero una docena de guardias privados se apostaron en la entrada de las instalaciones para entregar en mano a 257 empleados la carta de despido sin dejarles entrar. Una práctica más propia de una película en blanco y negro que de las relaciones laborables del siglo XXI. La excusa de la empresa es que se querían evitar incidentes, pero los trabajadores no lo ven de la misma manera.
Comentarios
C&P "Para el académico, el personal fue tratado "como un recurso material, no humano, menospreciado como persona".
Y cuanto antes aprendais que esto es la norma y no la excepcion, mejor nos ira
Saludos
PD A mi me lo dijeron desde el primer dia de curro
a los "representantes" sindicalistas no lo echaron, a que no¿
Es una practica generalizada, así se evitan que un ex trabajador despechado destruya información o dañe las instalaciones a modo de venganza. Lo que si no es normal es que no les hayan permitido recoger sus pertenencias personales...
señor, que triste, es que ya no hay ni un poquito de humanidad...