Hace 12 años | Por somosdos a lasprovincias.es
Publicado hace 12 años por somosdos a lasprovincias.es

Capones, collejas, gritos y hasta golpes en la cabeza como medio para motivar a sus alumnos y establecer disciplina. Estos eran los presuntos métodos de un profesor de un colegio de Valencia hacia sus pupilos, de tan sólo siete años de edad. El caso, denunciado inicialmente por los padres de los estudiantes, ha acabado en manos de la Fiscalía y la Conselleria de Educación ha decidido apartar al maestro de la docencia.

Comentarios

juvenal

Porque era alumnos de primaria, si un profesor de secundaria pega a un alumno, se la devuelven seguro.

D

cuando lo echen siempre podrá echar el currículum para la UIP. Estos lo cogen seguro con ese historial. Eso sí tendrá que entrenar la hostia a mano abierta de largo recorrido a lo gañán, que veo que no consta en su particular repertorio.

Pulgosila

Cuentan con demasiada impunidad estos funcionarios, simplemente se ve relegado a otro puesto de trabajo...

P

Pues anda que no he visto yo volar tizas, borradores, azotes con esa regla de madera de un metro de largo, etc ... Lo que más me ha marcado es ver como partían de un golpe en la cabeza una regla de plástico.
Que tiempos aquellos con los curas, y solo tengo 26 años.

anor

#4
Pensaba que esos metodos dejaron de emplearse desde que se inicio la democracia. Me has sorprendido.

D

#6 Ni de coña. Empece primero de EGB a finales de los 70 y en los ocho años que pasé en un colegio de monjas de Barcelona los guantazos y las humillaciones eran un instrumento pedagógico habitual. Hablando con gente de mi edad que fue a otros colegios (sobre todo religiosos) el panoráma era bastante similar. La transición no fue un motivo para cambiar el modo de hacer las cosas en muchos colegios.

También he de decir que octavo lo pasé en un colegio completamente diferente. Profesores preocupados por los alumnos, buen ambiente y un trato de lo más adecuado que al final se traducía en no tener miedo a ir a clase. Ójala hubiera empezado desde primero en esa escuela.

teeresa

Todavía recuerdo al profesor de música de mi colegio, que obligó a una niña a meterse un rollo de papel higiénico en la boca porque no paraba de hablar.
Por cierto, siguió dando clases como si nada.