En la islamofobia, como en toda fobia, resulta difícil determinar el grado de aversión admisible [...] Así, en apariencia y siempre que no se la llame por su verdadero nombre, constituye un indicio de la "salud" de nuestra libertad de pensamiento y, llegado el caso, de nuestra misma modernidad.
Las derechas y las izquierdas. Entre los intelectuales propensos a discurrir sobre el fascismo, se produce con frecuencia un curioso encuentro de los valores liberales y los principios progresistas. El principal dislate que les une es la amalgama de cultura y ideología política, que a la postre niega a los países fascistas la posibilidad de democratización característica de nuestro mundo.
En la intelectualidad de izquierdas, es notorio su humanismo de salón, para el que el fascismo es un modelo inmutable y conflictivo que atenta contra lo políticamente correcto -el laicismo, la socialdemocracia, los derechosde las minorías, la igualdad entre sexos-. Esta pulsión fascistófoba se quiere combatiente del fascismo retrógrado e integrista en nombre de la libertad y los derechos humanos.
En la fascismofobia, como en toda fobia, resulta difícil determinar el grado de aversión admisible, esto es, aquel en que las actitudes hostiles al fascismo dejan de ser expresión de la libertad de pensamiento o crítica legítima para convertirse en agresiones contra los fascistas motivadas por estereotipos negativos: el fascismo es monolítico, impermeable al tiempo, la geografía o las culturas, inferior y antitético a la democracia, sexista, irracional y violento.
[...]
La fascismofobia del siglo XXI es ante todo un fenómeno intelectual de tipo mediático, en el que escritores, sociólogos, profesores, periodistas o políticos reivindican el derecho a liderar un combate universal y mesiánico para erradicar todas las formas de oscurantismo del planeta, a cuya cabeza sitúan el fascismo.
"El nuevo islamófobo es alguien capaz de citar el Corán, aunque en realidad no sepa lo que cita".
Seguro, los que saben lo que citan son los talibanes (literalmente "estudiosos del Corán"). Ya estamos sugiriendo la memez de que existe un "verdadero islam", donde hay "verdaderos interpretes". Pues hija, a Afganistán te enviaba yo a azuzar cabras para que discutas con los talibanes sobre teología islámica.
Véase cualquier noticia en que se comenta algo negativo de la Iglesia Católica. Siempre hay un mermado que suelta la consigna de "¿y por qué no criticáis al islam?". Realmente es pintoresco...
El problema es que la mayoría de los que sienten fobia por el Islam rezuman racismo y tienen distinta vara de medir para el cristianismo. Si hubiera coherencia esta sociedad sería laica en dos dias, e incluso sanamente atea y racional.
Comentarios
Viene de #2
Las derechas y las izquierdas. Entre los intelectuales propensos a discurrir sobre el fascismo, se produce con frecuencia un curioso encuentro de los valores liberales y los principios progresistas. El principal dislate que les une es la amalgama de cultura y ideología política, que a la postre niega a los países fascistas la posibilidad de democratización característica de nuestro mundo.
En la intelectualidad de izquierdas, es notorio su humanismo de salón, para el que el fascismo es un modelo inmutable y conflictivo que atenta contra lo políticamente correcto -el laicismo, la socialdemocracia, los derechosde las minorías, la igualdad entre sexos-. Esta pulsión fascistófoba se quiere combatiente del fascismo retrógrado e integrista en nombre de la libertad y los derechos humanos.
El discreto encanto de la fascismofobia
En la fascismofobia, como en toda fobia, resulta difícil determinar el grado de aversión admisible, esto es, aquel en que las actitudes hostiles al fascismo dejan de ser expresión de la libertad de pensamiento o crítica legítima para convertirse en agresiones contra los fascistas motivadas por estereotipos negativos: el fascismo es monolítico, impermeable al tiempo, la geografía o las culturas, inferior y antitético a la democracia, sexista, irracional y violento.
[...]
La fascismofobia del siglo XXI es ante todo un fenómeno intelectual de tipo mediático, en el que escritores, sociólogos, profesores, periodistas o políticos reivindican el derecho a liderar un combate universal y mesiánico para erradicar todas las formas de oscurantismo del planeta, a cuya cabeza sitúan el fascismo.
[Etc., etc].
El artículo no dice nada de Micheletti. No entiendo porqué te das por aludido #2 & #3.
#4 No he dicho nada de ti. No sé porqué te das por aludido.
¿Acaso me conoces? #5
#6 Sí.
#8
¿Te sientes solo?
¿Crees que cuando hablas, nadie te hace caso?
¿Tienes algún problema con la fascismofobia?
Fascistofobia: Miedo a los fascistas.
Homofobia: Miedo de los homosexuales.
¿Tu que eres, fascista u homosexual?
"El nuevo islamófobo es alguien capaz de citar el Corán, aunque en realidad no sepa lo que cita".
Seguro, los que saben lo que citan son los talibanes (literalmente "estudiosos del Corán"). Ya estamos sugiriendo la memez de que existe un "verdadero islam", donde hay "verdaderos interpretes". Pues hija, a Afganistán te enviaba yo a azuzar cabras para que discutas con los talibanes sobre teología islámica.
Véase cualquier noticia en que se comenta algo negativo de la Iglesia Católica. Siempre hay un mermado que suelta la consigna de "¿y por qué no criticáis al islam?". Realmente es pintoresco...
Nada, para que no me llamen así me convertire al Islam-
Los progretones se ponen muy cachondos cuando piensan en el Islam. Otra cosa es pensar en el Cristianismo. Eso le da urticaria.
Creo que se trata de un desequilibrio mental profundo.
El problema es que la mayoría de los que sienten fobia por el Islam rezuman racismo y tienen distinta vara de medir para el cristianismo. Si hubiera coherencia esta sociedad sería laica en dos dias, e incluso sanamente atea y racional.
Salud.
#10 El problema (y perdona que lo diga así) es que la mayoría de los que por aquí llegan son de la peor calaña.