Hace 13 años | Por --109568-- a asahi.com
Publicado hace 13 años por --109568-- a asahi.com

Los Estados Unidos buscaron, en secreto, el apoyo de Japón en 1972 para que los reactores nucleares fuera de servicio pudieran ser arrojados a los océanos bajo el Convenio de Londres, un tratado internacional en proceso de elaboración en ese momento. Traducción en #1.

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D

EE.UU. pidió en secreto ayuda a Japón para desechar reactores nucleares

Los Estados Unidos buscaron, en secreto, el apoyo de Japón en 1972 para que los reactores nucleares fuera de servicio pudieran ser arrojados a los océanos bajo el Convenio de Londres, un tratado internacional en proceso de elaboración en ese momento.

Los países que trabajaban en la redacción del acuerdo querían prohibir expresamente el vertido de residuos radiactivos en el mar.

Pero Washington quería incorporar una cláusula de excepción en el caso de los reactores nucleares fuera de servicio.

Estos hechos salieron a la luz en los registros diplomáticos mantenidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores en Tokio y publicados a solicitud de The Asahi Shimbun.

Japón no ofreció una respuesta clara cuando fue abordado por los Estados Unidos sobre el tema. Eventualmente, sin embargo, Washington logró incorporar la cláusula en el tratado.

En 1972, los Estados Unidos ya estaba desmantelando reactores nucleares de la primera etapa que habían sido utilizados para ensayos. Sin embargo, el método de eliminación a gran escala de los reactores nucleares para fines comerciales no se había decidido a pesar de que era un tema que no podía ser dejado de lado por tiempo indefinido.

Puesto que Japón, un aliado clave de EE.UU., ya había comenzado su propio programa de generación de energía nuclear, Washington no dudó en buscar el apoyo de Tokio para su solicitud.

Era evidente que Estados Unidos construyó reactores nucleares sin haber decidido sobre los métodos de eliminación, lo que obligó a considerar tirarlos al mar después de haber sido dados de baja.

Los documentos obtenidos por The Asahi Shimbun fueron firmados por el embajador de Japón en Gran Bretaña y designado como alto secreto.

Según los registros, un funcionario del Departamento de Estado de EE.UU., que fue parte de la delegación de EE.UU. que discutió los términos del tratado, se reunió con su homólogo japonés en noviembre de 1972. En esa reunión, el funcionario explicó que Estados Unidos tenían un número de reactores nucleares de la etapa inicial que habían llegado a su esperanza de vida. Dijo que Washington se enfrentaba a problemas para deshacerse de ellos.

El funcionario señaló que cualquier intento de enterrar los reactores en la tierra sería invitar a una reacción negativa del público.

También se refirió a las dificultades financieras del procesado científico de los reactores hasta que el riesgo de contaminación radiactiva se eliminara totalmente.

Luego, el funcionario dijo que la única otra opción era deshacerse de ellos en el mar, y pidió a Japón que cooperara.

De acuerdo con Kumao Kaneko, ahora de 74 años y entonces miembro del equipo del Ministerio de Relaciones Exteriores que participó en las negociaciones, Japón no adoptó medidas específicas para ayudar a los Estados Unidos en este delicado asunto.

Con el tiempo, durante la reunión general de los países del Convenio de Londres, los Estados Unidos propusieron la incorporación de una cláusula que le permitiría tirar los reactores nucleares en el mar en los casos excepcionales en los que todos los otros medios de eliminación constituyeran un riesgo para la salud humana.

Al presentar la propuesta, los Estados Unidos no hizo ninguna mención de su intención de arrojar sus reactores nucleares en el mar en el futuro. La propuesta fue aceptada.

En la década de 1970, la contaminación del mar era una impresionante cuestión internacional.

En ese contexto, los países trabajaron febrilmente para dar los últimos toques al Convenio de Londres. El tratado establecía las sustancias altamente radiactivas, así como otros materiales, incluyendo el mercurio y el cadmio, como residuos cuya descarga en el mar quedaba prohibida.

En 1993, en las revisiones del Convenio de Londres, el vertido de desechos radiactivos en el mar se prohibió totalmente. Sin embargo, la cláusula que permitía la realización de vertidos en casos excepcionales, se mantuvo.

Por esta razón, en el marco del Convenio de Londres, es posible para los países miembros del tratado verter desechos radiactivos en el mar, si obtienen el visto bueno de las otras partes, así como de la Agencia Internacional de Energía Atómica.

De acuerdo con la IAEA, los Estados Unidos no se ha deshecho de residuos radiactivos en el mar desde 1970. En su lugar, los reactores nucleares fuera de servicio se entierran.

D

Pues yo en secreto no voto positivo a la noticia porque se ve que hoy es el día de la paranoias antiamericanas. Qué pasa que han dejado entrar en en Internet hoy a los fieles de Castro en Cuba?

ViejaYeguaGris

Los japoneses fueron muy precavidos en esto, aprendieron de sus errores tras Godzilla.

Traducción de #2 : "#0 Rojo! Vete a Cuba, o a Venezuela!"

D

#3 Mal la traducción que has hecho. Nunca les llamo rojos, les llamo comunistas que es lo que son, el color que tengan me da igual.

D

Harry Truman no les pidió permiso.