Hace 15 años | Por tocameroque a elmundo.es
Publicado hace 15 años por tocameroque a elmundo.es

¿Le interesa al ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, que los rumanos que protagonizan este reportaje se marchen de España? Livia, Catalina, Cristian y Alina llevan más de un lustro asentados aquí, trabajan en destacados puestos de la Administración o de la empresa privada y aportan cada uno entre 5.000 y 13.000 euros anuales a las arcas del Estado. Son un pequeño ejemplo de lo que representa la comunidad extranjera más numerosa en nuestro país (más de 700.000 empadronados).

Comentarios

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Extraigo de la noticia:

Sobre los estereotipos, defiende que "los extranjeros aportan a la Seguridad Social más de lo que piden". "No es cierto que los inmigrantes colapsen los recursos sanitarios.

(porque hay quien está empeñado en lo contrario).

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Los que quiere que vuelvan a su país no son los que cotizan a la seguridad social, sino los que están en paro y con pocas o nulas posibilidades de conseguir empleo.

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Por MARIO GAVIRIA, SOCIÓLOGO, PREMIO NACIONAL DE MEDIO AMBIENTE 2005, 2008-06-12

HAY en España cerca de un millón de inmigrantes rumanos que se están integrando satisfactoriamente. Les encanta España y muchos de ellos, afortunadamente, se quedarán entre nosotros. Hablan un excelente español, y los niños y niñas en las escuelas son listos, trabajadores y disciplinados. Muchos rumanos están comprando casas. MARIO GAVIRIA ES SOCIÓLOGO, PREMIO NACIONAL DE MEDIO AMBIENTE 2005.

Un mínimo porcentaje son familias gitanas rumanas nómadas que se están asentando en España sin excesivos problemas. Aquí no se está creando ninguna situación comparable con los asentamientos gitanos de Roma o Milán.

Los payos rumanos son balcánicos romanizados y cristianos ortodoxos, hablan una lengua derivada del latín. Por eso se encuentran tan bien en España, en Italia o en Francia. Sin embargo, las familias gitanas procedentes de Rumania, Yugoslavia o Hungría son descendientes de nómadas endogámicos procedentes del noroeste de la India, sociedad de castas, hablan la lengua Rom y profesan religión adaptativa. Llegaron a los Balcanes huyendo de las persecuciones musulmanas de los siglos XI y XII consecuencia de la invasión musulmana a la India. Los Balcanes, cristianos ortodoxos, detuvieron a los gitanos e impidieron la islamización de Europa, excepto Bosnia, Kosovo y Albania.

El Imperio Otomano era un imperio Turco musulmán que toleraba la supervivencia de comunidades diversas inferiorizadas; llegó a tener hasta 70 diferentes comunidades étnicas. Casi todas ellas se han constituido violentamente en Estados-Nación excepto los gitanos. Un pueblo sin territorio ni estado.

Los gitanos reunidos en familias fueron huyendo de los estados musulmanes y huyen ahora de los estados ortodoxos balcánicos que fueron expulsando también a los judíos. El 10% de los rumanos son gitanos, unos dos millones, la cifra absoluta y relativa de gitanos más alta de la UE. Rumania es el único Estado de la historia en el que durante casi 200 años se impuso la condición de esclavos a los gitanos, hasta 1867. Pero las consecuencias de ese obsceno y cruel tratamiento como esclavos todavía son a veces perceptibles en su comportamiento.

Aprovechando la caída del Muro de Berlín, unos 80.000 gitanos rumanos se dispersaron por Alemania. En poco tiempo, el Estado alemán, hacia 1993-94, llegó a un acuerdo con el Estado rumano: los gitanos fueron reexpulsados de Alemania en trenes enteros y el Estado rumano cobró el equivalente a unos cien euros por cabeza por “recuperar” a sus antiguos súbditos escapados.

Las Guerras de los Balcanes (1991-2007) fueron especialmente asesinas con los gitanos. Lo único en lo que se pusieron de acuerdo, sin conversaciones previas ni explícitas, los serbios (cristianos ortodoxos), los croatas (católicos) y los bosnios kosobares y albaneses (musulmanes) fue en perseguir, expulsar y asesinar a los gitanos balcánicos que huyeron sobre todo hacia Italia y España.

En España contamos, desde Carlos III en el siglo XIII, con una estrategia asimiladora ( pero tolerante) que ha dado como resultado el que unos 600.000 gitanos españoles son los que mejor nivel de vida y de integración social tienen del mundo. Aproximadamente un 60% de las familias gitanas españolas viven en vivienda de su propiedad en barrios mezclados.

Afortunadamente, en España a los gitanos rumanos se les ha tratado como a un inmigrante más, y los problemas que algunos de ellos han podido presentar relacionados con la propiedad de maquinarias, coches, o cobre se van resolviendo judicialmente.

Las familias gitanas españolas han ignorado la llegada de familias gitanas rumanas, como hicieron anteriormente con la llegada de familias gitanas portuguesas. Con el paso de los años, la situación de los gitanos rumanos mejorará rápidamente y descubrirán las virtudes de la oferta española de integración.

Los trabajadores sociales, los maestros, los médicos, la policía, los ciudadanos en general han practicado el no discriminar. Comparado con Italia, España maneja un mejor modelo de integración, especialmente de los grupos étnicos, con otros valores y otras concepciones antropológicas de la vida. La UE, antes de la entrada de Rumania y de Bulgaria, sabía que los conflictos identitarios derivados de la llegada de estas familias se iban a producir. España incluso les retrasó dos años la libre circulación. La UE sigue presionando ante el Estado rumano en que debe luchar contra la corrupción y mejorar la situación de sus minorías partiendo de la hipótesis, no explícita, de que cada Estado debe ocuparse de la integración de sus gitanos. Es hora de que Rumania, que está creciendo económicamente al 8% anual, se haga cargo de los descendientes de sus antiguos esclavos, teniendo en cuenta que la capacidad de integración de España o de Italia tienen sus límites.

Diario de Navarra