Una rica hacendada de Vall d’Alba (Castellón), recientemente fallecida, ha dejado todo su patrimonio al alcalde del pueblo, Francisco Martínez, del PP, que es vicepresidente de la Diputación de Castellón. Veinte fincas, algunas urbanizables, y una masía histórica. Mientras, los familiares que la cuidaron se han quedado sin nada.
En la vida hay que caer de pie.
Está claro que en la Diputación de Castellón trabaja gente con estrella, les toca la lotería, la gente les deja sus fortunas...y a parte son políticos y delincuentes. Tienen tiempo para todo.
Comentarios
Yo no entiendo cómo esto puede ser legal. Los regalos a los cargos públicos deberían estar más que regulados.
Qué poquísima vergüenza.
En la vida hay que caer de pie.
Está claro que en la Diputación de Castellón trabaja gente con estrella, les toca la lotería, la gente les deja sus fortunas...y a parte son políticos y delincuentes. Tienen tiempo para todo.
Yo soy uno de los familiares que la ha cuidado y la desentierro, la pongo en una pira y le prendo fuego, por bruja.