Hace 15 años | Por SweetCryptonite a publico.es
Publicado hace 15 años por SweetCryptonite a publico.es

Rusia lanzó este miércoles hacia la Estación Espacial Internacional (EEI) la nave Souyz TMA-16 con una nueva tripulación ruso-estadounidense y el séptimo turista espacial de la historia, el canadiense Guy Laliberté, fundador del Cirque du Soleil.

Comentarios

SweetCryptonite

Para que luego digan que los circos sin animales no dan beneficios...

SweetCryptonite

Aps... vaya.
Aunque la noticia es que es hoy que sale... no sé si vale entonces.

D

Qué bonito, el del sol va al espacio.

dazibao22

rico hasta las trancas de exprimir a los currelas,
http://www.sindominio.net/labiblio/web1/doc/cds_clandestinas.htm

[...]Para empezar, debíamos asumir que nuestra imagen era también la imagen del circo y adaptar tanto nuestro aspecto como nuestro comportamiento a una serie de pautas. La mayoría de nosotros teníamos que vestir pantalones negros, que no fuesen vaqueros, y zapatos del mismo color. Los camareros, además, debían ponerse una camisa blanca. El circo facilitaba dos piezas del uniforme de trabajo: chaleco y la pajarita (el resto de la ropa, teníamos que traerla de casa los trabajadores, sin por ello recibir ningún tipo de compensación económica). Además, nuestro trabajo no consistía "sólo" en vender entradas, servir refrescos o acomodar al público en sus localidades, sino de hacerlo en todo momento como si fuésemos una parte más del circo: debíamos hablar como el circo quería que hablásemos -con "extrema amabilidad"-, debíamos decir lo que el circo quisiera que dijésemos -"Cirque du Soleil" y no "Circo del Sol"- y debíamos mentir como el circo quería que mintiésemos -pese a que nuestro contrato duraba hasta el 10 de enero, los primeros días teníamos que decir a la clientela que "estaríamos" en Madrid sólo hasta comienzos de diciembre, para que luego se pudiese anunciar que, debido al gran éxito obtenido en el mes de noviembre, el circo prorrogaba un mes más su estancia en la ciudad.

Por otra parte, estábamos sometidos a un régimen de trabajo que en diciembre Francisco Lazo, director de recursos humanos de Manpower en España (el puto amo), definió como "polivalencia funcional", y del que fueron su más clara y patente expresión las palabras que una supervisora dijo a una taquillera que se negó a pasar la aspiradora poco antes de despedirla: "Tú tienes que hacer todo lo que yo te pida". Así pues, los taquilleros limpiaban su oficina al finalizar su jornada, los acomodadores se ponían detrás de la barra en los intermedios de cada función, los camareros vendían discos y CDs al final del espectáculo, los vendedores de souvenirs limpiaban la "carpa de servicios" mientras el público veía la función... y todos debíamos colaborar en caso de que una emergencia obligase a evacuar el circo.

Fue durante los primeros días cuando nos enteramos de que no podríamos ir a la cafetería-restaurante con el resto del personal más que los días de doble función: es decir los fines de semana. Para nosotros el circo había instalado un área de "descanso" propia, que no era otra cosa que una gran tienda de plástico, con algunas mesas y una máquina de café y otra de coca-cola.[...]

Fue en aquel entonces también cuando los camareros se percataron de que tenían el agua racionada. El agua del grifo no era muy recomendable, puesto que las tuberías provisionales que el circo utilizaba no garantizaban la salubridad de su contenido; así pues todos debíamos beber agua mineral. En algunas zonas el circo instaló grandes depósitos de agua potable, no así en las zonas aledañas a la carpa en la que se encontraban las barras. En cada barra (en la que trabajaban en cada espectáculo al menos 8 personas), se dejaban 3 litros de agua mineral para que el personal bebiese. En varias ocasiones tal cantidad se agotó y los supervisores se negaron a facilitar más con el argumento de que en otras ciudades siempre había sido suficiente.