Con el paso del tiempo, cuando se repase cuáles han sido los grupos más damnificados por la crisis iniciada en agosto de 2007 y cuyos efectos se dejarán sentir por largo tiempo, habrá que señalar a la generación del «baby boom» español, los nacidos entre los años 1961-1965 y 1975-1980, al amparo del desarrollismo franquista y los inicios de la Transición.
de estafados nada. La generación de los gilipollas
por que hay que ser muy gilipollas para creerse que el capitalismo se habia vuelto bueno y nos iba a proveer de todo lo que necesitáramos por toda la vida.
los que picaron y jugaron y compraron por encima de sus posibilidades,
JODEOS
asi de claro, yo nunca pedí un crédito, y mis padres son trabajadores de toda la vida con un sueldo y punto. Nunca pasé penurias. Pero lo que nunca hice fue dejarme seducir por el banco, ni por viajes, ni por gilipolleces, vivo l vida en mi barrio con los que hay los que vienen y los que se van.
Y cuando nos jubilemos, no tendremos ni pensiones, ni sanidad publica, ni nada. Francamente los baby bombs seriamos los principales clientes de las cabinas de suicidio de futurama.
Yo soy de la generación del Baby Boom franquista, llevo dos créditos (no simultáneos) pedidos y los pago porque los pedí "con cabeza". Y no sólo no me siento estafado sino que recuerdo lo que fue de la vida de mis padres y más aún la de mis abuelos y me siento un privilegiado. Tanto como cuando miro el nivel de confort y legalidad en los países del Tercer Mundo y los comparo con el mío.
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de estafados nada. La generación de los gilipollas
por que hay que ser muy gilipollas para creerse que el capitalismo se habia vuelto bueno y nos iba a proveer de todo lo que necesitáramos por toda la vida.
los que picaron y jugaron y compraron por encima de sus posibilidades,
JODEOS
asi de claro, yo nunca pedí un crédito, y mis padres son trabajadores de toda la vida con un sueldo y punto. Nunca pasé penurias. Pero lo que nunca hice fue dejarme seducir por el banco, ni por viajes, ni por gilipolleces, vivo l vida en mi barrio con los que hay los que vienen y los que se van.
Y cuando nos jubilemos, no tendremos ni pensiones, ni sanidad publica, ni nada. Francamente los baby bombs seriamos los principales clientes de las cabinas de suicidio de futurama.
Yo soy de la generación del Baby Boom franquista, llevo dos créditos (no simultáneos) pedidos y los pago porque los pedí "con cabeza". Y no sólo no me siento estafado sino que recuerdo lo que fue de la vida de mis padres y más aún la de mis abuelos y me siento un privilegiado. Tanto como cuando miro el nivel de confort y legalidad en los países del Tercer Mundo y los comparo con el mío.