Cada invierno, las larvas de esta mosca sin alas (Belgica antarctica) que vive en formaciones rocosas de la península antártica, pierden la mitad de su peso. Resisten igualmente a los vientos violentos, de hasta 140 km/h, a una concentración de sal elevada y a radiaciones ultravioletas intensas.
Comentarios
Una mosca sin alas.... yo no la llamaría mosca
El tamaño no importaEn realidad aquí si que importa, es una adaptación a las condiciones extremas del medioLe cabe en un usb