Hace 15 años | Por --84878-- a soitu.es
Publicado hace 15 años por --84878-- a soitu.es

Mi bolso siempre ha sido una bolsa de plástico. Comenzó siendo una bolsa de los almacenes donde compraba mi madre, más tarde pasó a ser cualquier bolsa adquirida por mí en mis tiendas a las que iba. En los últimos tiempos han sido bolsas de librerías del centro y Mercadona. ¡Ah! Y alguna del Vips, que con alegría las dan aunque sea para un simple paquete de chicles. Éstas no las suelo coger porque entiendo que sería vicio. Es cierto que nunca me ha fastidiado que se me rompiera un bolso porque siempre he tenido una infinidad de recambios...

Comentarios

D

Osea me parece super fuerte

A

Joder como exagera la peña con lo de las bolsitas!!!
Si tan indispensables son, pagarlas leñe! Que cuestan, 5 centimos??? Pues se paga y listo. Que no se quiere pagar por algo como una bolsa? Pues se reciclan entre compra y compra o se compra uno una de tela.
Que carrefour son unos malvados que nos quitan nuestras indispensables bolsas de plastico?, pues a comprar en el mercado del barrio, que el genero es mejor y asi no se enriquece una gran multinacional.

D

Pues es fácil: te compras un bolso que te valga para mil ocasiones, y usas una bolsa de tela para la compra. Y a vivir.

D

Qué drama!

tabardillo

Pues lo mismo que el carrefour regala las bolsas de plastico podría regalar las otras.
¿Que creeis que las grandes supericies hacen ésto por el medio ambiente o por que se van a ahorrar?

D

Ya la mando yo...



y ya veo la tónica de la gente.. dos noticias del mismo cansino tema, pero esta no la hechan abajo y esta otra

Carrefour y las bolsas de plástico


Menos mal que Meneame es ecologista y anticapitalista lol lol

D

En referencia a esto cabe leer



Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) concluye que más de un millón de aves y más de cien mil mamíferos marinos mueren cada año por la ingestión de desechos plásticos. El problema es grave: para lograr mayor flexibilidad, duración y resistencia al calor del material, se agrega a la materia prima aditivos y substancias que convierten a los desperdicios en una suerte de esponjas químicas que absorben hidrocarbonos y pesticidas. Existe el peligro de que por esa vía ingresen a la cadena alimentaria humana. "Lo que entra en el océano, entra en esos animales y llega al plato de comida. Así de simple", sentenció el doctor Eriksen.