Hace 13 años | Por caboso a canariasahora.com
Publicado hace 13 años por caboso a canariasahora.com

Aquellos a los que le gusta escuchar música triste podrían ser, en realidad, adictos a una hormona segregada por nuestro cuerpo que viene a servir como calmante de la pena, mientras que los que odian ese tipo de música podrían carecer de dicha hormona.

Comentarios

D

Yo seguro que no segrego esa prolactina para nenas, yo tengo la hormona del METAAAAL! (cuernos al aire)