Según un estudio del Harvard Business Review, las oficinas abiertas a base de cubículos son malas para concentrarse, motivarse y generan estrés y frustración a causa de la falta de "privacidad sonora". Escuchar las conversaciones de otras personas, te hace saber que también te escuchan a ti, lo que provoca estrés en el trabajador. Tampoco está demostrado que su supuesto beneficio de mejorar la comunicación entre los trabajadores funcione, debido precisamente a esta falta de privacidad.
Comentarios
El titular de The Guardian es una metáfora, no existe ninguna patente sobre este tipo de oficinas a nombre de Satán.
Por si acaso.
#1 Es sabido que Satan reservo una habitación especial en el infierno para el que invento la contabilidad, y eso no es una metáfora
Mucho mejor las praderas abiertas, encima te ven la pantalla
pues a mi me hubiese gustado tener un cubículo de estos cuando tuve un compañero que me daba el coñazo a todas horas...