Un frío fax bastó para comunicar al centro cultural Ladinamo en Madrid que pasaría a ser un proyecto sin techo. Los fundadores de esta asociación independiente, editores también de una revista gratuita de 20.000 ejemplares, recibieron como un jarro de agua fría la petición de desalojo del local en Lavapiés en el que desembarcaron en 2002.
Bien poco les importa, si no son ellos los que imoparten la/su cultura, que otros se queden sin ella.
PD: orden religiosa propietaria de muchos locales en Lavapies...
Comentarios
Es lo que tienen los terratenientes: ellos ponen las normas y si no te gusta: a la puta calle.
Es normal, era una asociación cultural
Bien poco les importa, si no son ellos los que imoparten la/su cultura, que otros se queden sin ella.
PD: orden religiosa propietaria de muchos locales en Lavapies...