Con el estreno de "Hannibal, el origen del mal", he querido escribir un poco sobre este nuevo género cinematográfico de las "precuelas". Es una opinión como otra cualquiera, desde el punto de vista del "pitufo gruñón" que llevo dentro. Creo que puede abrir las puertas de un interesante debate.
También llamados "refritos". No están agotados los guionistas, es que ya no quedan. Antes buscaban un buen guión y montaban la película a su alrededor. Ahora buscan el guapo/a de turno que les asegure un montón de público, llaman al becario y "niño, tú que sabes escribir a ordenador, hazme un guioncito pa llenar una hora cuarenta y lo quiero pa mañana". Penoso.
El cine se va a pique. De todas formas creo que el problema de fondo es que los guiones son muy flojos. Se deja todo en manos de la estrella de turno, pero sin una buena historia y unos buenos diálogos ni Charles Laughton podría levantar una película.
¿Pero dónde está el origen del problema? Si los productores buscan a un guapo de turno que les venda la película y, aun con un guión mediocre, se termina vendiendo, ¿dónde está el fallo?
Yo creo que los consumidores nos dejamos llevar casi siempre por las campañas de promoción, por lo famosos que son actores o directores y vemos aquéllas películas que alguien ha pensado que tenemos que ver. Creo que escogemos con poco criterio.
Comentarios
También llamados "refritos". No están agotados los guionistas, es que ya no quedan. Antes buscaban un buen guión y montaban la película a su alrededor. Ahora buscan el guapo/a de turno que les asegure un montón de público, llaman al becario y "niño, tú que sabes escribir a ordenador, hazme un guioncito pa llenar una hora cuarenta y lo quiero pa mañana". Penoso.
El cine se va a pique. De todas formas creo que el problema de fondo es que los guiones son muy flojos. Se deja todo en manos de la estrella de turno, pero sin una buena historia y unos buenos diálogos ni Charles Laughton podría levantar una película.
no están agotados, es que si no eres famoso nadie te hace caso...
¿Pero dónde está el origen del problema? Si los productores buscan a un guapo de turno que les venda la película y, aun con un guión mediocre, se termina vendiendo, ¿dónde está el fallo?
Yo creo que los consumidores nos dejamos llevar casi siempre por las campañas de promoción, por lo famosos que son actores o directores y vemos aquéllas películas que alguien ha pensado que tenemos que ver. Creo que escogemos con poco criterio.