Hace 14 años | Por --36793-- a elpais.com
Publicado hace 14 años por --36793-- a elpais.com

El predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, ha comparado los ataques al Papa y a la Iglesia católica con el antisemitismo durante el oficio de Viernes Santo en la Basílica de San Pedro. En presencia de Benedicto XVI y de miles de fieles llegados al Vaticano, el religioso franciscano también ha equiparado las agresiones contra menores con la violencia de género.

Comentarios

DexterMorgan

Claro, y a vosotros os preocupa muchísimo el antisemitismo.
Por eso os habéis dedicado a darle palmaditas en la espalda a sacerdotes negacionistas del holocausto y esas cosas, ¿eh majos?.

jm22381

Porque como todos sabemos quien esté en contra de Israel es un negacionista del holocausto roll

D

Se llama Casa Pontificia al conjunto de personas escogidas para formar parte del entorno del Papa en la Santa Sede y tomar parte en actividades tanto religiosas (ceremonias litúrgicas importantes) como civiles (recepciones a monarcas, jefes de estado y de gobierno, dignatarios, presentación de credenciales de embajadores, audiencias privadas y públicas) en todo lo que se refiere al ceremonial, protocolo, acogida y también administración.

http://es.wikipedia.org/wiki/Casa_Pontificia

D

Esto se llama huida hacia adelante... yo quiero ver desfilar hasta el ultimo cura pedofilo al talego... despues hablamos de otras cosas. Y esto no es antisemitismo, ellos se lo han buscado.

MarioEstebanRioz

yo los comparo con un collar de melones, qué pesaos con estas noticias, una cada dos días o cada día como mucho, pero entre ramoncín y los curas acaba uno harto.

Brill

Pues como se menee mucho el tema del antisemitismo igual ya no le gusta tanto el tema al Vaticano, porque tiene muchas cosas que explicar.

J

Cantalamessa, otro degenerado cegado por el poder que pretende tapar el sol con un dedo. Parece que las altas instancias de la iglesia católica no han despertado a la realidad de los acontecimientos y su arrogancia no les permite darse cuenta que en su afán por justificar y ocultar los hechos se están hundiendo en el más profundo descrédito de todos los tiempos ante los ojos de la humanidad.