El eje principal del programa electoral socialista se apoya en la creación de dos millones de puestos de trabajo para lograr el pleno empleo y mejorar su calidad. Para ello, penalizará las cotizaciones de los contratos temporales y fomentará el uso del contrato fijo de fomento del empleo estable (con el coste del despido a 33 días). Además, el PSOE promoverá fórmulas para que los convenios colectivos vinculen las retribuciones a los resultados de las empresas. El mágico mundo de colores que nos espera tras el 9-M si votamos a ZP.
Comentarios
Está bien eso. También los fabricantes de coches podrían hablar con sus proveedores y decirles que les pagarán el acero en función de sus beneficios, a ver qué les contestan. Y los fabricantes de queso pagarán la leche según lo que ganen. Y los profesores según el número de aprobados y los policías según los detenidos.
"A cómo está el kilo de pollo? Oh, muy caro, le voy a pagar la mitad porque me he quedado en paro ¿sabe?"
Los políticos pueden cobrar según las chorradas que propongan.
Os podría contar muchas cosas sobre la contabilidad creativa y la forma de dar a final de año unos resultados a gusto del consumidor...
De todos modos, creo que el titular debería corregirse, ya que retribuciones puede dar a entender que se incluye el salario, y el artículo más bien insinúa que se quiere implicar a los trabajadores más en la empresa mediante extras relacionados con los resultados.
Que no me parece mal, pero creo que el PSOE peca de ingenuo.
Yo aceptaría pagar en función de los beneficios a todo aquel que aceptara cobrar en función de las pérdidas.
"El mágico mundo de colores que nos espera tras el 9-M si votamos a ZP."
¿Y que nos espera si no le votamos?
En Valladolid solo hay dos opciones PSOE o PP. Si votas a IU, o a cualquier otro partido, tu voto va directo a la papelera, al menos, en lo que al recuento se refiere, ya que no vale sumar medio escaño de dos ciudades. Y si votas en blanco, es como votar al PP.
Yo no digo que el PSOE sea maravilloso o lo mejor, pero lo prefiero antes que volver a tener al gobierno a los que piden moderación salarial (para trabajadores, no para empresarios o especuladores) o los que nos meten en guerras que la gente no quiere.
#2: ¿Y no ocurre eso actualmente en lo que a pérdidas se refiere? Muchas empresas a punto de cerrar, dejan de pagar a sus trabajadores.
#4: Por supuesto que es ingenuo, pero mejor que votar a los que piden que no suban los sueldos de la gente (mientras la inflacción seguía y seguía subiendo) pensando que nos irá mejor, es más ingenuo todavía.
La idea no me queda clara. Que las empresas esten obligadas a repartir un extra si sacan grandes beneficios me parece bién. Que por culpa de un alto directivo que mete la pata e invierte donde no debe los trabajadores se queden sin sueldo, o sin trabajo, mal.
#6 Es lo malo del bipartidismo en el que han conseguido colocarnos: "vótame a mí porque si no va a ganar el otro que es peor". Me parece un razonamiento lamentable, muy, pero que muy triste. Aparte de que el PZOE también se ha despachado a gusto estos 4 años con su política de derechas (beneficios sin precedentes para bancos, constructores y grandes empresarios, frente a sueldos de risa de la gran masa), mentiras por un tubo ("el café a 80 céntimos", "el poder adquisitivo sube", "la educación va bien", "no hay crisis económica", "los jóvenes se emancipan a los 20", "ya no estamos negociando con ETA"), nos han metido en cánones que la gente no quiere, etc.
Si tú lo prefieres, yo lo respeto. Mi opción es no votar. Que muchos lo interpreten como favorecer a tal o cual partido es comprensible. Para mí es lo coherente con lo que pienso: me parecen unos chorizos todos los partidos que se presentan, y ningún partido puede llegar al poder sin votos.
Espero que después de las elecciones esto no quede en papel mojado.
Muy progre, si señor!!!
#6 Elegir entre el malo y el menos malo... Serio dilema
Ese domingo no sé si me iré a comer arròs brut (http://es.wikipedia.org/wiki/Arroz_Brut) por ahí o pasarme por el colegio electoral y votar en blanco.
Aunque que las dos cosas no son incompatibles.
¡Que guay! Así las empresas tendrán una razón más para manipular sus beneficios.