Me declaro una amante incondicional de las croquetas. Soy croquetera 100%. Allí donde voy, si hay croquetas caseras, las pido. Y es una pena pero reconozco que suelen decepcionarme con más frecuencia de lo que yo querría. Es raro el bar o el restaurante en el que comes unas croquetas decentes. Y eso que hacerlas bien no tiene demasiado misterio. ¡Que se lo digan a nuestras madres, si no! A lo mejor el problema lo tengo yo, que soy demasiado exigente…
Comentarios
Desde Irlanda infinitas gracias de un croquetero incondicional que se va a poner con las manos en la masa este mismo fin de semana.
Otra que no se conforma con una croqueta en diferido o congelada.
Es una opinión sin más, de hecho no dice ningún secreto...