Ladrones, atracadores, contrabandistas, estafadores, espías, violadores, homicidas, asesinos... y escritores, antes, durante o después de su crimen. Los casos de delincuentes que escriben y de escritores que delinquen proliferan en la historia de las letras. José Ovejero, que confiesa sentir atracción por estos perfiles inclinados al mal, los acopia y documenta.
Comentarios
Estoy de acurdo con Sigerico; se necesita una mente tortuosa para hilvanar historias atractivas
#2 ¿Y quién te dijo a ti que los que escribieron la Biblia eran buenas personas?
Es más: garantiza casi lo contrario, porque las buenas personas suelen contar historias muy aburridas
#1 Entonces los que hicieron la biblia que fumaban?
Lo único que garantiza ser buena persona es... ser buena persona. Y lo demás son tonterias,