La irreverencia con que se pulverizan marcas anualmente ha supuesto una reválida para la ciencia, ese mundo cognoscitivo con el aburrimiento por endemia ante el gran público. El brazo ejecutor de las matemáticas, que tantas veces ha intentado interferir, analizar, operar y pronosticar, mutilando la esencia misma del deporte (la imprevisibilidad del espectáculo) de forma caciquil, aceptó por última vez el reto de establecer un límite a la capacidad humana en 2007. En total, se analizaron los resultados cosechados por 2.570 atletas de elite...
Comentarios
Dicen que sí... en cambio la estupidez humana no parece tener límites, y esto lo dijo alguien considerado bastante sabio
SI
#3 Einstein, para ser más exactos.
Sí. No soy capaz de echar 20 polvos seguidos, entre otras cosas.