Te desvelamos el caché de los tertulianos.Cada día tenemos más tertulias futbolistas en la televisión. ’Punto Pelota’ y ‘Tiki Taka’ retratan perfectamente las crecientes rivalidades televisivas por el liderazgo de la franja nocturna y sus tertulianos adquieren un protagonismo parecido al de las grandes estrellas mediáticas. Tomás Roncero, el periodista más deseado, sigue en la tertulia de Intereconomía pese a las presiones recibidas para que cambiara de equipo. Por cada programa, Roncero cobra unos 300 euros .
Comentarios
Otra muestra más que ser un cretino, un gilipollas y energúmeno, en este país tiene premio.
No sale caro, de su saliva recogida en plató se sintetizan vacunas contra la rabia, el ébola y la fiebre culé.
Y los trabajadores sin cobrar desde hace meses
¿Y le llega para las vitaminas?
Para lo que aporta me parece que es demasiado.
Objetividad, imparcialidad, profesionalidad, periodismo, son algunos de los conceptos fundamentales de los que carece este panfleto televisivo.
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pocos autonomos veo aqui 300 euros antes de impuestos es muy poco, aunque es lo que todos querríamos ganar pero es equivalente a un sueldo de 40-50k al año muy lejos del millón que puede sacar cualquier ejecutivo de timofonica
Emilio Aragón ya cobraba 3000 euros por cada VIP GUAY en los 80
que sea un impresentable o que no pagen al resto de empleados no quita para que en españa pagen sueldos de miseria, si alguien incompetente pero top a nuestro pesar cobra eso pobres mortales no top
#6 Hombre, Emilio era director, productor y presentador de su programa. Un programa de máxima audiencia.
Éste sólo va a armar jaleo y a hacer de troll dos horas al día a un programa que no ve ni la décima parte de la que veía el VIP.
300 euros por dos horas en un programa de cuarta categoría.
En Sálvame está claro que cobran más, pero lo de este hombre mal pagado no está.
#8 No está mal pagado para lo que hace pero de ahi a que sea noticia...
También conocido como Tomás Roncerdo.
La verdad es que juntando cada programa sí que es dinero, pero con las humillaciones que se pega el hombre se le queda corto.