Contratada en un primer momento a través de una empresa de trabajo temporal, trabajaba como auxiliar administrativo sin contrato ni estar dada de alta en la Seguridad Social, a base de becas de formación de dos años acorde con la duración del máster de la Universidad de Granada (UGR) en el que realizaba táreas de coordinación y que le eran renovados con cada nueva edición. Lo hacía desde 2000, cobrando un salario de 510 euros y trabajando en turnos de mañana y tarde entre semana además sábados por la mañana.
Comentarios
Según vas conociendo las intimidades de las universidades, te vas fijando en que son un cachondeo de principio a fin, especialmente en el tema de profesorado
Menuda jungla
¡¡¡ Rector, explotador !!!
¡¡¡ Rector, explotador !!!
¡¡¡ Rector, explotador !!!