Cerca de 100.000 camiones han dejado de circular por la carretera N-II y se han desviado a la autopista AP-7 durante el primer mes de aplicación de las restricciones de tráfico para camiones, lo que ha comportado un incremento del tráfico de estos vehículos de más del 60% en el tramo entre Maçanet de la Selva (Girona) y la frontera francesa. Así lo ha explicado este viernes en declaraciones a los medios el consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Santi Vila, quien ha valorado de forma "positiva" los resultados.
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Sobre el recurso administrativo que han presentado las asociaciones de transportistas, Vila ha mostrado respeto y ha reiterado que la desviación es una medida transitoria, a la espera de la que se culmine el desdoblamiento de la N-II "durante esta legislatura".
Y mientras sus socios de las concesionarias se llenan las butxaques.