La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quiso dejar claro que el Gobierno no se plantea revisar la Ley de Amnistía, petición que ha realizado Izquierda Unida. En relación con las manifestaciones que mañana se celebrarán en apoyo al juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, manifestó su respeto y las enmarcó en "el derecho a la libertad de expresión y manifestación de los ciudadanos".
Yo he leído en muchos sitios, también en meneame (amnistia-1977-derecho-internacional) que la Ley de Amnistía podría estar ya de facto anulada para el caso de desapariciones forzadas (lo que investigaba Garzón, las 200.000 personas desaparecidas) después de que España firmara en Septiembre del año pasado la Convención Internacional sobre la Protección de las Personas contra las Desapariciones Forzadas.
Por lo que he leído el delito de desaparición forzada en España no estaría preescrito sino que se estaría cometiendo ahora mismo dado que las personas en cuestión aún no han aparecido.
Teniendo en cuenta que en España hay actualmente casi 200.000 denuncias presentadas por las desapariciones de personas -con nombres y apellidos- durante el franquismo, no cabe duda de que estamos delante de una práctica generalizada y sistemática y, por lo tanto y según el artículo 5, de un crimen de lesa humanidad. Para entendernos, delante de un delito. De un delito, además, tal y como dice el artículo 8, continuo, esto es, de carácter permanente hasta el fin de la desaparición o, en este caso, la aparición del cadáver. Solo ahí, el Estado ha de iniciar un plazo de prescripción en el cual las víctimas tienen derecho a un recurso eficaz.
Aunque este Tratado Internacional todavía no entró en vigor (aún no lo han ratificado todos los países), España, al firmarlo, ya ha mostrado su absoluta voluntad de cumplirlo, por lo que adquiere la obligación de aplicarlo por encima de la Ley de Amnistía que, en consonancia con el Derecho Internacional, ha de ser modificada o, y sería lo más lógico, derogada.
es logico que no quieran revisarla con lo que les costo aprobarla:
Marcelino Camacho (PCE). A favor:
"La amnistía es una política nacional y democrática, la única consecuente que puede cerrar ese pasado de guerras civiles y cruzadas. Nosotros, precisamente, los comunistas que tantas heridas tenemos, que tanto hemos sufrido, hemos enterrado nuestros muertos y nuestros rencores. Pedimos amnistía para todos, sin exclusión del lugar en que hubiera estado nadie. Yo creo que esta propuesta nuestra será, sin duda, para mí el mejor recuerdo que guardaré toda mi vida de este Parlamento".
Josep María Triginer (PSOE). A favor:
"El día de hoy cierra definitivamente una etapa histórica de nuestro país: la amnistía liquida lo que ha sido considerado delito político por el anterior régimen. Da paso a la etapa de transformación democrática que ya vivimos y de la que es un elemento importante e indispensable".
José María Benegas (PSOE). A favor:
"La amnistía total ha sido innecesariamente retrasada una y otra vez por la ceguera política y el obstinamiento de quienes se resistían a convencerse de que era inevitable, porque ninguna democracia se puede construir manteniendo presos, exiliados y represaliados, producto de una dictadura que se pretende superar. Pero que nadie se crea que hoy estamos otorgando algo. Hoy solamente estamos cumpliendo con un profundo deber de demócratas.
Xabier Arzallus (PNV). A favor:
"Olvidemos, pues, todo. Sin embargo, tal vez, aunque los que estemos aquí estemos dispuestos al olvido, hay sectores de nuestra sociedad que no están aquí representados, que no están dispuestos al olvido. La ley que nosotros estamos haciendo aquí hemos de procurar que efectivamente vaya bajando a la sociedad, que esta concepción del olvido se vaya generalizando, vaya tomando cuerpo y corazón, porque es la única manera de que podamos darnos la mano sin rencor, oírnos con respeto".
Rafael Arias-Salgado (UCD). A favor:
"Estamos tratando de hacer realidad una vieja y sentida aspiración que jamás ha llegado a echar sólidas raíces en la Historia de España: la definitiva institucionalización de un Estado democrático y de derecho que ampare la libertad de todos y en el que todos, en el respeto a los demás, lleguen a encontrar su sitio".
Antonio Carro (Alianza Popular). En contra:
El único en oponerse a la Ley fue Antonio Carro, antiguo ministro de Franco y diputado de Alianza Popular, que habló en estos términos: "Me temo que la amnistía que nos proponéis, en lugar de contribuir a la reconciliación nacional, se traduzca en un fermento de inseguridad social, en la institucionalización del desconocimiento del Estado de Derecho y en una profunda erosión de la autoridad. Frente a los ataques a la democracia no es buena medicina la amnistía. La única medicina que aplican las democracias más genuinas y consolidadas es una estricta aplicación de la ley. (...) Una democracia responsable no puede estar amnistiando continuamente a sus propios destructores. He dicho".
Carrillo (PCE) durante un mitin. A favor:
Santiago Carrillo dijo en un mitin que los comunistas querían "hacer cruz y raya sobre la guerra civil de una vez para siempre" porque había que "superar definitivamente la división de los ciudadanos españoles en vencedores y vencidos de la guerra civil".
Comentarios
¿Qué esperaban de un partido de derechas?
#2 Anda, leete el comentario #1.
Yo he leído en muchos sitios, también en meneame (amnistia-1977-derecho-internacional) que la Ley de Amnistía podría estar ya de facto anulada para el caso de desapariciones forzadas (lo que investigaba Garzón, las 200.000 personas desaparecidas) después de que España firmara en Septiembre del año pasado la Convención Internacional sobre la Protección de las Personas contra las Desapariciones Forzadas.
Por lo que he leído el delito de desaparición forzada en España no estaría preescrito sino que se estaría cometiendo ahora mismo dado que las personas en cuestión aún no han aparecido.
Teniendo en cuenta que en España hay actualmente casi 200.000 denuncias presentadas por las desapariciones de personas -con nombres y apellidos- durante el franquismo, no cabe duda de que estamos delante de una práctica generalizada y sistemática y, por lo tanto y según el artículo 5, de un crimen de lesa humanidad. Para entendernos, delante de un delito. De un delito, además, tal y como dice el artículo 8, continuo, esto es, de carácter permanente hasta el fin de la desaparición o, en este caso, la aparición del cadáver. Solo ahí, el Estado ha de iniciar un plazo de prescripción en el cual las víctimas tienen derecho a un recurso eficaz.
Aunque este Tratado Internacional todavía no entró en vigor (aún no lo han ratificado todos los países), España, al firmarlo, ya ha mostrado su absoluta voluntad de cumplirlo, por lo que adquiere la obligación de aplicarlo por encima de la Ley de Amnistía que, en consonancia con el Derecho Internacional, ha de ser modificada o, y sería lo más lógico, derogada.
http://www.encontraportada.com/2010/04/el-ts-obvia-que-una-convencion-internacional-ratificada-por-espana-ampara-la-investigacion-que-inicio-garzon/
#4 Muy interesante.
es logico que no quieran revisarla con lo que les costo aprobarla:
Marcelino Camacho (PCE). A favor:
"La amnistía es una política nacional y democrática, la única consecuente que puede cerrar ese pasado de guerras civiles y cruzadas. Nosotros, precisamente, los comunistas que tantas heridas tenemos, que tanto hemos sufrido, hemos enterrado nuestros muertos y nuestros rencores. Pedimos amnistía para todos, sin exclusión del lugar en que hubiera estado nadie. Yo creo que esta propuesta nuestra será, sin duda, para mí el mejor recuerdo que guardaré toda mi vida de este Parlamento".
Josep María Triginer (PSOE). A favor:
"El día de hoy cierra definitivamente una etapa histórica de nuestro país: la amnistía liquida lo que ha sido considerado delito político por el anterior régimen. Da paso a la etapa de transformación democrática que ya vivimos y de la que es un elemento importante e indispensable".
José María Benegas (PSOE). A favor:
"La amnistía total ha sido innecesariamente retrasada una y otra vez por la ceguera política y el obstinamiento de quienes se resistían a convencerse de que era inevitable, porque ninguna democracia se puede construir manteniendo presos, exiliados y represaliados, producto de una dictadura que se pretende superar. Pero que nadie se crea que hoy estamos otorgando algo. Hoy solamente estamos cumpliendo con un profundo deber de demócratas.
Xabier Arzallus (PNV). A favor:
"Olvidemos, pues, todo. Sin embargo, tal vez, aunque los que estemos aquí estemos dispuestos al olvido, hay sectores de nuestra sociedad que no están aquí representados, que no están dispuestos al olvido. La ley que nosotros estamos haciendo aquí hemos de procurar que efectivamente vaya bajando a la sociedad, que esta concepción del olvido se vaya generalizando, vaya tomando cuerpo y corazón, porque es la única manera de que podamos darnos la mano sin rencor, oírnos con respeto".
Rafael Arias-Salgado (UCD). A favor:
"Estamos tratando de hacer realidad una vieja y sentida aspiración que jamás ha llegado a echar sólidas raíces en la Historia de España: la definitiva institucionalización de un Estado democrático y de derecho que ampare la libertad de todos y en el que todos, en el respeto a los demás, lleguen a encontrar su sitio".
Antonio Carro (Alianza Popular). En contra:
El único en oponerse a la Ley fue Antonio Carro, antiguo ministro de Franco y diputado de Alianza Popular, que habló en estos términos: "Me temo que la amnistía que nos proponéis, en lugar de contribuir a la reconciliación nacional, se traduzca en un fermento de inseguridad social, en la institucionalización del desconocimiento del Estado de Derecho y en una profunda erosión de la autoridad. Frente a los ataques a la democracia no es buena medicina la amnistía. La única medicina que aplican las democracias más genuinas y consolidadas es una estricta aplicación de la ley. (...) Una democracia responsable no puede estar amnistiando continuamente a sus propios destructores. He dicho".
Carrillo (PCE) durante un mitin. A favor:
Santiago Carrillo dijo en un mitin que los comunistas querían "hacer cruz y raya sobre la guerra civil de una vez para siempre" porque había que "superar definitivamente la división de los ciudadanos españoles en vencedores y vencidos de la guerra civil".