Tristemente ingenioso.
Si puedes mantener tu cargo en el partido cuando todos a tu alrededor, están imputados y te culpan a ti. Si puedes seguir fingiendo que vales algo cuando todos dudan, y reirte de sus más que fundamentadas acusaciones. Si puedes esperar hasta que prescriba el delito; o si, siendo engañado, aprendes a mentir mejor, o si, siendo odiado, apareces mucho en televisión Haciéndote el listillo y humillando a tus víctimas. Si puedes ir a un Spa cuando todo el mundo precisa que trabajes; Si puedes evitar la reflexión y cualquier atisbo de autocrítica; Si puedes experimentar el triunfo y la derrota, y meter el dedo en el ojo de tus victoriosos rivales. Si puedes soportar leer las trolas que cuentas, aunque los periodistas, esas garrapatas, traten de desmontarlas. O ver cómo se destruye todo aquello con lo que especulaste, y demolerlo para comenzar otra ineludible burbuja. Si puedes hacer un montón con todas tus ganancias y llevártelas a Suiza en un avión privado; y no pagar a Hacienda, y declararte insolvente y no decir ni una palabra sobre la fortuna que atesoras. Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones, para esquiar en un resort de lujo mientras otros se esfuerzan, y permanecer impasible cuando ya no les queda nada más que tu voluntad de decirles: "¡Sacrificaos!". Si puedes hablar a las masas como a borregos,. o comprar buques a reyes a cambio de una foto Si ni amigos ni enemigos pueden herirte. Si nadie confía en ti, pero siguen votándote. Si puedes llenar el inexorable minuto, con sesenta segundos de silencio y excusas baratas Tuya es España y todo lo que hay en ella, y lo que es más: ¡te harás famoso, hijo mío!
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Tristemente ingenioso.
Si puedes mantener tu cargo en el partido cuando todos a tu alrededor,
están imputados y te culpan a ti.
Si puedes seguir fingiendo que vales algo cuando todos dudan,
y reirte de sus más que fundamentadas acusaciones.
Si puedes esperar hasta que prescriba el delito;
o si, siendo engañado, aprendes a mentir mejor,
o si, siendo odiado, apareces mucho en televisión
Haciéndote el listillo y humillando a tus víctimas.
Si puedes ir a un Spa cuando todo el mundo precisa que trabajes;
Si puedes evitar la reflexión y cualquier atisbo de autocrítica;
Si puedes experimentar el triunfo y la derrota,
y meter el dedo en el ojo de tus victoriosos rivales.
Si puedes soportar leer las trolas que cuentas,
aunque los periodistas, esas garrapatas, traten de desmontarlas.
O ver cómo se destruye todo aquello con lo que especulaste,
y demolerlo para comenzar otra ineludible burbuja.
Si puedes hacer un montón con todas tus ganancias
y llevártelas a Suiza en un avión privado;
y no pagar a Hacienda, y declararte insolvente
y no decir ni una palabra sobre la fortuna que atesoras.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,
para esquiar en un resort de lujo mientras otros se esfuerzan,
y permanecer impasible cuando ya no les queda nada
más que tu voluntad de decirles: "¡Sacrificaos!".
Si puedes hablar a las masas como a borregos,.
o comprar buques a reyes a cambio de una foto
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si nadie confía en ti, pero siguen votándote.
Si puedes llenar el inexorable minuto,
con sesenta segundos de silencio y excusas baratas
Tuya es España y todo lo que hay en ella,
y lo que es más: ¡te harás famoso, hijo mío!