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En la costa de Noruega, un buque de guerra de la URSS parece ignorar que la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría ya acabaron. Impasible, el crucero Múrmansk hace guardia ante la isla de Sørøya con sus cañones en alto, como si aún hubiesen tropas nazis en el horizonte o un portaaviones estadounidense pudiese aparecer de un momento a otro. Pero los únicos que se sienten amenazados por su presencia son las pacíficas gentes de la zona, descendientes de quienes, irónicamente, salvaron sus vidas en 1945 gracias a la ciudad que da nombre al buque.
A ver, tampoco la finalidad de este post es la crítica pura y dura al comunismo, sino relatar un pequeño detalle. En la RDA había cosas interesantes, nada se puede denostar por completo, pero que su población padecía una asfixiante falta de libertades y un exhaustivo sistema de vigilancia estatal es algo difícilmente discutible.
Y lo del spam supongo que será por haberla mandado el propio autor, pero vamos, creo que es claramente autobombo y eso está permitido...
perdonad, pero es por qué se tilda de spam a alguien que simplemente quiere divulgar un blog que comienza?
Aunque parezca complicado de imaginar, los regímenes comunistas europeos aún tuvieron tiempo, antes de caer el Muro de Berlín, de familiarizarse con el incipiente poderío de los ordenadores. Algunos informáticos lograron conectar la RDA, un país encerrado en sí mismo, con la RFA occidental. Incluso en 1990 se le adjudicó un dominio nacional (.dd) que casi nadie tuvo tiempo de utilizar: aquel mismo año, la RDA dejaría de existir. Lo cual abre una incógnita: ¿cómo habría controlado la STASI una herramienta tan potente como Internet?
El historiador y periodista británico Timothy Garton Ash ha calificado de “regalo de Polonia al mundo” la salida negociada del comunismo mediante la Mesa Redonda a la que se sentaron, desde principios de 1989, las autoridades del régimen polaco y la disidencia democrática que encabezaba el movimiento Solidarnosc. “Nadie sabía hasta dónde aceptaría la URSS”, afirma. "Luego Solidarnosc tuvo éxito, pero convertirse al capitalismo o unirse a la OTAN y a la Unión Europea, eso nadie lo tenía en mente en aquel momento", revela el prestigioso autor.
La canciller germana, Angela Merkel, rechazó en su juventud una propuesta para entrar en la policía política de la República Democrática Alemana, la temida STASI. Merkel, hija de un pastor protestante, sí participó en puestos de responsabilidad de la FDJ, las juventudes comunistas de la RDA, y nunca se significó en ningún movimiento de oposición al régimen de Berlín-Este. Sólo tras la caída del Muro, a finales de 1989, entró en contacto con la CDU local. Allí, a la sombra de Helmut Kohl, arrancaría su meteórica carrera política.
En la costa de Noruega, un buque de guerra de la URSS parece ignorar que la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría ya acabaron. Impasible, el crucero Múrmansk hace guardia ante la isla de Sørøya con sus cañones en alto, como si aún hubiesen tropas nazis en el horizonte o un portaaviones estadounidense pudiese aparecer de un momento a otro. Pero los únicos que se sienten amenazados por su presencia son las pacíficas gentes de la zona, descendientes de quienes, irónicamente, salvaron sus vidas en 1945 gracias a la ciudad que da nombre al buque.
Aunque parezca complicado de imaginar, los regímenes comunistas europeos aún tuvieron tiempo, antes de caer el Muro de Berlín, de familiarizarse con el incipiente poderío de los ordenadores. Algunos informáticos lograron conectar la RDA, un país encerrado en sí mismo, con la RFA occidental. Incluso en 1990 se le adjudicó un dominio nacional (.dd) que casi nadie tuvo tiempo de utilizar: aquel mismo año, la RDA dejaría de existir. Lo cual abre una incógnita: ¿cómo habría controlado la STASI una herramienta tan potente como Internet?
El historiador y periodista británico Timothy Garton Ash ha calificado de “regalo de Polonia al mundo” la salida negociada del comunismo mediante la Mesa Redonda a la que se sentaron, desde principios de 1989, las autoridades del régimen polaco y la disidencia democrática que encabezaba el movimiento Solidarnosc. “Nadie sabía hasta dónde aceptaría la URSS”, afirma. "Luego Solidarnosc tuvo éxito, pero convertirse al capitalismo o unirse a la OTAN y a la Unión Europea, eso nadie lo tenía en mente en aquel momento", revela el prestigioso autor.
La canciller germana, Angela Merkel, rechazó en su juventud una propuesta para entrar en la policía política de la República Democrática Alemana, la temida STASI. Merkel, hija de un pastor protestante, sí participó en puestos de responsabilidad de la FDJ, las juventudes comunistas de la RDA, y nunca se significó en ningún movimiento de oposición al régimen de Berlín-Este. Sólo tras la caída del Muro, a finales de 1989, entró en contacto con la CDU local. Allí, a la sombra de Helmut Kohl, arrancaría su meteórica carrera política.
A ver, tampoco la finalidad de este post es la crítica pura y dura al comunismo, sino relatar un pequeño detalle. En la RDA había cosas interesantes, nada se puede denostar por completo, pero que su población padecía una asfixiante falta de libertades y un exhaustivo sistema de vigilancia estatal es algo difícilmente discutible.
Y lo del spam supongo que será por haberla mandado el propio autor, pero vamos, creo que es claramente autobombo y eso está permitido...
perdonad, pero es por qué se tilda de spam a alguien que simplemente quiere divulgar un blog que comienza?
#6 Icono naranja con un lápiz... ¿dónde?