#43 #45 Yo no he dicho que valga con el título, de hecho, veo bastante complicado que un Historiador del Arte (con todos mis respetos a la titulación, a la Historia y al Arte) pueda aportar valor a una empresa o cliente directamente en el siglo en que vivimos por muchos cursos y masters que pague. Hay que profundizar, esforzarse y mejorar y destacar en tu especialidad para elegir carrera según la vocación.
De acuerdo en que la gente quiere trabajar pero no hay que quedarse ahí, hoy en día hay que ser competitivo y necesario. No menosprecio las profesiones que mencionas, como bien dices, son muy necesarios pero casi cualquiera puede poner ladrillos, pintar o apretar tuberías. Por tanto, quien opte por lo fácil, debe saber que tendrá mucha competencia y un sueldo más bajo que la media (lo de la burubuja inmobiliaria fue la excepción a la regla).
Aunque no venga a cuento, vengo de familia media - baja, compatibilicé trabajo y estudios, saqué una ingeniería y estoy a mis 40 años a la última en las tecnologías, normas, procedimientos y estándares que se demandan en mi mercado. Puedo permitirme exigir sueldos o ganar incluso más como autónomo.
Por otra parte, no tuve coche propio hasta los 30 años, en contraposición a la mayoría de la que hablamos, que prefiere tener el suyo a los 18 con lunas tintadas y equipo de sonido en el maletero, euros que le quemen en la cartera y una choni esteticién de copiloto. Este chaval pretende jubilarse apretando tuercas, un sueldo alto y seguridad en la contratación y todo esto ya no es ni volverá a ser posible. El que todavía pueda rectificar, ánimo!
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#58 Ojo, sólo comento mi visión de la situación laboral en la actual coyuntura económica que por supuesto no es de mi agrado. Por desgracia, la única solución podría venir actuando de forma global en todo el planeta lo cual es harto improbable que ocurra por complejidad e intereses. Mi consejo a la gente preparada es emigrar hasta dentro de, por lo menos, 6 años. Y el mejor destino, América del Sur, sin barreras de lenguaje y donde nuestros universitarios tienen una pequeña ventaja frente a los locales.