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Un cuentecillo muy divertido (y morboso) sobre el día de San Valentín.
Para dar a conocer nuestro contenido necesitaremos tráfico, dar a conocer nuestro blog con métodos que den resultado. Los que presenta este artículo parecen efectivos.
Un cuentecito al estilo clásico del blog de una escritora novel, pero que a mí me ha conmovido por su ternura y por su final. Y porque incluye valores como el del amor a los animales o el amor de una madre que no suelen salir en los cuentos de siempre en que "vivieron felices y comieron perdices". Espero que os guste, pero si no, no me castiguéis demasiado con votos negativos :( llevo poco tiempo y no sé muy bien cómo funciona esto, pero me apetecía compartir con vosotros lo que me gusta, especialmente con aquellos que disfrutan de los cuentos.
Es un relato sobre una primera cita con el que me he sentido muy, pero muuuuuuuuuuuy identificada, y que está escrito con mucha gracia. Y no sé vosotros, pero yo con tanta mala noticia, necesitaba desconectar unos segundos... Lo pongo en humor, porque sólo lo envío para respirar un poco de buen rollo.
Esto es un cuento que me ha gustado mucho, que me ha hecho olvidarme de la crisis, ver otros mundos y reflexionar sobre la felicidad. (Ya sé que cuando pongo un relato me freís a negativos, pero no lo veo justo; porque se cuelgan muchos post de tipo artístico en que distintos autores desconocidos exponen sus fotografías o sus cuadros con personalidad propia. Y creo que la literatura es un arte, y que cuando se encuentra una historia con la suficiente personalidad y encanto, también tiene derecho a Menearse. Así que no seáis muy duros...).
"...Puedo irme a vivir con él". A-LU-CI-NO. O sea, "demos gracias al bondadoso hombre que se ha dignado a permitir que comparta unos segundos de su tiempo en el catre, y que está dispuesto a dejarme, bondad infinita, mudarme a su lado para tener el privilegio de darle placer nuevamente, oh, gracias, todopoderoso rey de la creación, ¿qué sería de ésta pobre mujer sin tí, amado mío...?"
Jesús... ése, es de los que, cuando la chica a la que dejaron rehace su vida, en realidad "nunca les quiso", porque si les hubiera querido, no podría estar con ningún otro. Claro que no, cómo se atreve ella a ser capaz de vivir sin tí, debió abrirse las venas el día que la dejaste...