Portada
mis comunidades
otras secciones
Escenarios de ficción que nunca pensamos que podrían ser explorados en el mundo real cobran vida en estos parques de atracciones repartidos por todo el mundo. Montañas rusas, espectáculos en vivo, personajes literarios en carne y hueso, escenarios mágicos y ambientaciones hiperrealistas son solo algunas de las características de estos parques temáticos inspirados en libros. El turismo literario y cultural sigue reinventándose ofreciendo cada vez más opciones y alternativas para captar la atención de todos los públicos.
El turismo literario está de moda. En los últimos años se ha podido comprobar como algunos grandes éxitos literarios de ficción han favorecido el incremento del turismo en ciudades de medio mundo. El hecho de que muchos libros se hayan convertido en películas o series también ha dado un empujón al turismo literario, ya que ha permitido que las obras lleguen a un público más amplio. Juego de Tronos, Harry Potter o El Señor de los Anillos son solo algunos de los ejemplos más destacados de esta modalidad turística que cada vez acumula más adeptos
Escenarios de ficción que nunca pensamos que podrían ser explorados en el mundo real cobran vida en estos parques de atracciones repartidos por todo el mundo. Montañas rusas, espectáculos en vivo, personajes literarios en carne y hueso, escenarios mágicos y ambientaciones hiperrealistas son solo algunas de las características de estos parques temáticos inspirados en libros. El turismo literario y cultural sigue reinventándose ofreciendo cada vez más opciones y alternativas para captar la atención de todos los públicos.
El turismo literario está de moda. En los últimos años se ha podido comprobar como algunos grandes éxitos literarios de ficción han favorecido el incremento del turismo en ciudades de medio mundo. El hecho de que muchos libros se hayan convertido en películas o series también ha dado un empujón al turismo literario, ya que ha permitido que las obras lleguen a un público más amplio. Juego de Tronos, Harry Potter o El Señor de los Anillos son solo algunos de los ejemplos más destacados de esta modalidad turística que cada vez acumula más adeptos