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En los tiempos que corren, disfrutar cómodamente de una buena lectura es una misión casi imposible. La literatura se ha adaptado al vértigo cotidiano y con la ayuda de los IPod, IPhone o Ibooks y con las publicaciones on line, los lectores tenemos la posibilidad de acceder a los textos con facilidad y rapidez. Sin importar el medio, las viejas y nuevas historias siguen gozando de buena salud.
Las grandes ciudades esconden historias aterradoras. Mientras la gran mayoría de hombres y mujeres invierte su tiempo en trabajar decentemente y vivir de manera honorable, personajes oscuros y marginales no dudan en cruzar todos los límites y adueñarse del destino de los demás sin que se les retuerza la conciencia. Los invito a conocer una de esas historias.
¿Hasta dónde llega la lealtad entre los hermanos? ¿Es posible que la incontrolable pasión por una extraña los obligue a cometer hechos irremediables? En infinidad de ocasiones, la aparición de un ser ajeno a la realidad cotidiana puede provocar desenlaces imposibles de imaginar. Los invito a leer esta historia. El que estè libre de pecado que arroje la primera piedra.
El debate sobre la aplicación de la Pena de Muerte en los diferentes países del mundo quizás nunca llegue a tener conclusiones definitivas. Mientras las naciones de Occidente refugiadas en basamentos tanto culturales como religiosos observan con perplejidad las ejecuciones que se suceden al otro lado del planeta, sería más que interesante detenernos a pensar los motivos que nos diferencian con respecto a un tema tan controversial. ¿Temor de Dios? ¿Temor a equivocarnos?
Los asesinos en serie como Ted Bundy o Ed Kemper, experimentan ante la muerte de sus víctimas, la misma indiferencia que una persona normal siente por la muerte de un insecto. Este relato de mi autoría intenta reflejar algo de la psiquis de estas personas.
Relato sobre la vida de la Condesa Elizabeth Bathory, tambièn conocida como la Condesa Sangrienta. En su castillo de Transilvania y con la ayuda de sus sirvientes asesinó a más de 600 jóvenes vírgenes. Bebía su sangre y se bañaba en ella para permanecer joven y lozana.
En los tiempos que corren, disfrutar cómodamente de una buena lectura es una misión casi imposible. La literatura se ha adaptado al vértigo cotidiano y con la ayuda de los IPod, IPhone o Ibooks y con las publicaciones on line, los lectores tenemos la posibilidad de acceder a los textos con facilidad y rapidez. Sin importar el medio, las viejas y nuevas historias siguen gozando de buena salud.
Las grandes ciudades esconden historias aterradoras. Mientras la gran mayoría de hombres y mujeres invierte su tiempo en trabajar decentemente y vivir de manera honorable, personajes oscuros y marginales no dudan en cruzar todos los límites y adueñarse del destino de los demás sin que se les retuerza la conciencia. Los invito a conocer una de esas historias.
¿Hasta dónde llega la lealtad entre los hermanos? ¿Es posible que la incontrolable pasión por una extraña los obligue a cometer hechos irremediables? En infinidad de ocasiones, la aparición de un ser ajeno a la realidad cotidiana puede provocar desenlaces imposibles de imaginar. Los invito a leer esta historia. El que estè libre de pecado que arroje la primera piedra.
El debate sobre la aplicación de la Pena de Muerte en los diferentes países del mundo quizás nunca llegue a tener conclusiones definitivas. Mientras las naciones de Occidente refugiadas en basamentos tanto culturales como religiosos observan con perplejidad las ejecuciones que se suceden al otro lado del planeta, sería más que interesante detenernos a pensar los motivos que nos diferencian con respecto a un tema tan controversial. ¿Temor de Dios? ¿Temor a equivocarnos?
Los asesinos en serie como Ted Bundy o Ed Kemper, experimentan ante la muerte de sus víctimas, la misma indiferencia que una persona normal siente por la muerte de un insecto. Este relato de mi autoría intenta reflejar algo de la psiquis de estas personas.
Relato sobre la vida de la Condesa Elizabeth Bathory, tambièn conocida como la Condesa Sangrienta. En su castillo de Transilvania y con la ayuda de sus sirvientes asesinó a más de 600 jóvenes vírgenes. Bebía su sangre y se bañaba en ella para permanecer joven y lozana.