No deja de ser llamativo que occidente escoja antes como símbolo a un xenófobo que a un comunista (siendo el Partido Comunista de la Federación de Rusia el principal partido de la oposición). Cómo debe de ser el tema para que Amnistía Internacional le retirase la consideración de preso de conciencia al considerarlo incompatible con su discurso de odio.
Con todo, no se puede negar que tuvo valentía y se la jugó en un terreno peligroso. Aunque no acabo de entender qué podría ganar Rusia con su muerte, considerando que se crea un escollo más para sentarse a negociar el fin de una guerra en Ucrania que obviamente va en la dirección que va. Navalny era simbólico ante todo para el Occidente que había escogido a su Guaidó ruso, pintando poco en su propio país.
Portada
mis comunidades
otras secciones
Otro chiringuito menos a favor de Vox. Por fin se podrán inyectar tratamiento económico a la tauromaquia. La transmisión verdadera de valores del neardental hispánico.