Nada que decir... Trabajé con ellos cerca de 5 años y recibí todo tipo de vejaciones por parte de algunos de mis supuestos superiores, acabé con una psicóloga y a base de pastillas durante todo el día, llorar desconsoladamente antes de empezar y después de trabajar, romper ratones de ordenador por ansiedad, dejar de reír o hablar con los amigos y estar a punto de romper mi relación con mi novia por broncas diarias. Se merecen lo peor hoy y siempre, me alegro que esta sentencia se haya ganado, conozco más casos donde incluso compañeros han sufrido infartos.
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Nada que decir... Trabajé con ellos cerca de 5 años y recibí todo tipo de vejaciones por parte de algunos de mis supuestos superiores, acabé con una psicóloga y a base de pastillas durante todo el día, llorar desconsoladamente antes de empezar y después de trabajar, romper ratones de ordenador por ansiedad, dejar de reír o hablar con los amigos y estar a punto de romper mi relación con mi novia por broncas diarias. Se merecen lo peor hoy y siempre, me alegro que esta sentencia se haya ganado, conozco más casos donde incluso compañeros han sufrido infartos.