#25 un tipo que acaba con las ayudas públicas al cáncer merece algo mucho peor que una piedra. Espero que no tengas que entenderlo en primera persona jamás, señor equidistante.
La imagen de Milei, paseándose por la ciudad en una camioneta descapotable insultando a los ciudadanos de forma aleatoria, es algo que ni la peor cocaína ni el más inspirado Terry Gillian podrían llegar a crear.
El presente nunca estuvo más roto en Argentina.
El nazismo no sé, pero lo que no presagió Sally Carson es el cuñadismo de menéame. Tela el hilo de los primeros comentarios, Virgen Santa qué vergüenza ajena.
#1 el problema actual no es la falta de ideas, sino la falta de marcos legales que permitan su aplicación. Sutilmente hemos acabado en manos del liberalismo. La clase obrera vota y protege a sus esclavistas.
#4 te recomiendo el ensayo "La España de las piscinas". Una jodida maravilla que habla de esa clase social (media alta) que votó masivamente a Ciudadanos y que vive en la periferia residencial de las grandes urbes.
#4 no es una institución, es una agrupación empresarial corrupta que ha intentado darse un barniz con campañitas antiracismo. El fútbol profesional es la vanguardia del neoliberalismo. Es imposible dar más asco.
#18 es un poco falaz decir que no estás contra el inmigrante sino contra la inmigración ilegal. Las razones que llevan al ilegal son las mismas que llevan al legal a emigrar (salvo que seas blanco). Entiendo que la inmigración muchas veces solo es cambiar la precariedad de lugar, pero limitarse a aumentar la vigilancia en las fronteras no va a cambiar las realidades de los países de origen. Y tampoco se puede levantar el pie cuando nos convenga porque la necesidad de mano de obra acucia y luego volver a cerrar el grifo cuando estalla una crisis económica.
La única estrategia es la inversión en países de origen pero eso no quiere decir que no deba criticarse la hipocresia de aquellos que han olvidado que nuestros bisabuelos estaban en la misma situación que los que aquellos que ahora se juegan la vida en el mediterráneo para llegar a Europa. Ambos lo hicieron en una condición ilegal, sí, y también inhumana.
"He puesto esto un montón de veces: En 1981, el Partido Comunista Frances decía esto:
Hay que poner fin a la inmigración oficial e ilegal es inaceptable permitir la entrada de nuevos trabajadores inmigrantes en Francia cuando nuestro país tiene casi 2 millones de franceses e inmigrantes en paro"
#13 soy internacionalista (elcomunismo lo es).
No entiendo esa distinción que haces. ¿Por qué me debe importar más la vida de un obrero que vive en Ceuta que la de un obrero que vive 2 kilómetros más al sur, detrás de la frontera? ¿Porque tiene el mismo DNI que yo?
#7 Tanto los españoles en los 60-70 como los africanos hoy sufren explotación precisamente por su irregularidad administrativa. La solución histórica fue la regularización posterior (64% de españoles se regularizaron después de llegar), no la prohibición de emigrar. Más que un paralelismo, solo muestro que las condiciones ahora son peores.
Creo que además el contexto económico es clave.Los españoles emigraron desde una dictadura con limitadas oportunidades hacia democracias prósperas. Hoy, muchos africanos huyen de conflictos, pobreza extrema o persecución. Ambos buscan supervivencia y oportunidades. El franquismo necesitaba esa emigración irregular como válvula de escape económica. Hoy, Europa también necesita trabajadores, pero carece de canales legales suficientes. La "lucha contra la inmigración ilegal" perpetúa el problema que critica.
La respuesta no es "luchar contra" sino gestionarla. Y la ultraderecha actual no quiere gestionar nada. Solo quiere crear un enemigo que, además, cada vez tiene menos sentido si atendemos a la trágica pirámide poblacional europea (o, aún peor, a la española) que nos abocan a un mercado laboral sin mano de obra.
Si los países receptores hubieran "luchado contra" la emigración española irregular, habrían privado a España de las remesas que financiaron su desarrollo económica.
Entiendo que permitir la inmigración ilegal es cambiar la precariedad de lugar, pero la solución no es cerrar fronteras, sino regularizar para evitar la explotación en el país de destino e invertir en los países de origen. Máxime cuando se ha demostrado que es imposible poner puertas al campo, por mucho que las electrifiques para que no pase nadie.
La historia es circular y hace rotar, con pasmosa facilidad, el papel de migrante y receptor. Lo jodido es que lo olvidemos con esa facilidad.
#1 como la inmensa mayor parte de los que emigraron. Preston calcula sobre datos de cruce de fronteras que fueron más de 4,5 millones los que emigraron solo entre 1958 y 1972. Es decir, imagina los que no se cuentan desde 1939 hasta 1958 y de qué forma salieron.