Portada
mis comunidades
otras secciones
Desde que me contaron lo que os voy a describir en estas líneas, estremezco cada vez que paso por la puerta de una tienda de ropa. Prefería ser un incrédulo, y no conocer lo que se esconde tras los arcos de seguridad de los accesos de algunos comercios. En algunas tiendas lo llaman la "conversión".
A Internet le ha salido otro enemigo. Los taxistas también quieren poner puertas al campo. Este colectivo ha salido a la calle con una venda puesta en los ojos: en lugar de ver el mundo de las redes sociales y las aplicaciones móviles como una oportunidad, la ven como a un enemigo. ¡Viva los taxis P2P!
Estemos muy pendientes de lo que suceda en Estados Unidos. Porque después llegará el lobby a Europa para convencernos de que hay que implementar el Internet de las dos velocidades. El mundo desarrollado creará entonces una nueva brecha digital. Si se acepta que el que pague más transmita más rápido sus contenidos, nos encontraremos ante la estafa mundial de los falsos megas de descarga. Tener muchos megas en casa solo nos servirá para compartir la red con más amigos o familiares pero no para mejorar la velocidad de navegación y de las descargas
Desde que me contaron lo que os voy a describir en estas líneas, estremezco cada vez que paso por la puerta de una tienda de ropa. Prefería ser un incrédulo, y no conocer lo que se esconde tras los arcos de seguridad de los accesos de algunos comercios. En algunas tiendas lo llaman la "conversión".
A Internet le ha salido otro enemigo. Los taxistas también quieren poner puertas al campo. Este colectivo ha salido a la calle con una venda puesta en los ojos: en lugar de ver el mundo de las redes sociales y las aplicaciones móviles como una oportunidad, la ven como a un enemigo. ¡Viva los taxis P2P!
Estemos muy pendientes de lo que suceda en Estados Unidos. Porque después llegará el lobby a Europa para convencernos de que hay que implementar el Internet de las dos velocidades. El mundo desarrollado creará entonces una nueva brecha digital. Si se acepta que el que pague más transmita más rápido sus contenidos, nos encontraremos ante la estafa mundial de los falsos megas de descarga. Tener muchos megas en casa solo nos servirá para compartir la red con más amigos o familiares pero no para mejorar la velocidad de navegación y de las descargas