#1 La semana pasada una compañera y yo casi tuvimos movida con otra a colación de esto.
La primera comentó por encima que tenía que salir antes para ponerse la vacuna del covid. Al cabo de un rato, estábamos hablando del Instagram y la misma compañera dijo que no tenía uno porque le daban un poco de miedo las redes sociales.
Bueno, pues la otra soltó: “¿Te dan miedo las redes sociales y la vacuna del covid no?
A mí, que estoy inmunodeprimida por una medicación que tomo, me sentó como un tiro y no pude evitar saltar. Recogió cable enseguida en cuanto le expliqué mi enfermedad, pero no creo que ahora mismo esté vacunándose. Típicas disculpas no-disculpas.
#80 Justo el fin de semana pasado estuve en el cine viendo un estreno. 13 (con algunos céntimos, no recuerdo cuantos) pagamos cada uno.
Fui porque mis amigos habían participado en la película, si no, nadie me ve el pelo por allí.
Lo que más me sorprendió es que más allá de nosotros, apenas había 2 o 3 parejas más en toda la sala.
#1 Voy a hacer de abogada del diablo. Para un adolescente en situación de acoso, cambiarse de colegio puede que no resulte un castigo, sino un alivio. Es una forma de empezar de cero. Sé de sobra que mi experiencia no es representativa, pero me gustaría contarla.
En mi clase había un chico al que hacían un bullying bastante severo (hablo de llegar a meterlo en un cubo de basura, echarlo a rodar por una pendiente y grabarlo). Sus padres consiguieron que a tres de los acosadores los cambiaran de instituto. No sé si hubo denuncia o si llegaron a un acuerdo.
Pero eso no arregló nada. Los acosadores, como suele pasar, eran los chulitos de la clase. Bastante populares. Total, que los compañeros restantes acabaron culpando a la víctima de que los tres compañeros ya no estuvieran en el centro. Los ataques físicos y verbales se acabaron, pero comenzó el vacío o trato frío por parte del resto de compañeros. Al final acabó por cambiarse de instituto también.
Ahora viene la vuelta de tuerca. Éste chaval además de víctima era también acosador. Supongo que para desahogarse del acoso sufrido por los malotes de la clase, él se lo hacía también a los más débiles que él. Entre ellos a una chica discapacitada que teníamos en clase y que era amiga mía. No puedo decir que lo sintiera por él.
#12 Si no recuerdo mal, en Japón ha gobernado el mismo partido desde el fin de la segunda guerra mundial salvo en una o dos legislaturas. De hecho, se le conoce como democracia de partido único.
Acabo de entrar en un ensayo clínico de un nuevo fármacos para la esclerosis múltiple y no tenía ni idea de esto. ¿Hay algo que podamos hacer los pacientes?
Yo estoy apuntada desde hace años y no recibo ni una sola llamada comercial, pero llamadas de estafa me llegan a patadas. Claro, a esos la lista Robinson se la trae floja.
#33 Nunca he visto en mi ciudad a ninguna mujer con nikab (el que sólo deja ver los ojos), de hecho, pensaba que estaba prohibido. Sin embargo, cada vez veo a más mujeres llevando un hijab normal (cubre pelo y cuello, creo) con una mascarilla sanitaria negra, lo que en la práctica es lo mismo.
Aunque el patrocinador de Eurovisión sea israelí (Moroccanoil), España es uno de los grandes financiadores de la UER, por eso pasa directamente a la final de Eurovisión, si amenazan con cortar el grifo, harían daño.
Ahora falta que se unan el resto de los Big 5 (difícil lo veo) e Israel a su puta casa.
#7 Claro.
No es siempre el mismo sueño, pero sí de la misma índole.
Me avisan desde la universidad o del trabajo de que no he terminado la carrera y me toca volver. Normalmente a hacer algún examen.
Lo más raro es que tengo entendido que no soy la única. A muchos ex-universitarios ya mayorcitos (en torno a los 30 y pico) nos suele pasar.
#16 Yo no he entrado a valorar eso, no estoy muy informada del caso.
Sólo he dicho que la calificación de asesinato no tiene nada que ver con la premeditación.
#8 Lo puse en otro comentario hace poco por aquí, pero para que sea asesinato en lugar de homicidio no tiene nada que ver la premeditación. El asesinato se califica por ensañamiento, alevosía o precio.
La primera comentó por encima que tenía que salir antes para ponerse la vacuna del covid. Al cabo de un rato, estábamos hablando del Instagram y la misma compañera dijo que no tenía uno porque le daban un poco de miedo las redes sociales.
Bueno, pues la otra soltó: “¿Te dan miedo las redes sociales y la vacuna del covid no?
A mí, que estoy inmunodeprimida por una medicación que tomo, me sentó como un tiro y no pude evitar saltar. Recogió cable enseguida en cuanto le expliqué mi enfermedad, pero no creo que ahora mismo esté vacunándose. Típicas disculpas no-disculpas.