En 1912 con el Titanic se hundió un icono de la historia, pero con la Ever Ready nació otro... que sensación más guapa afeitarse con una maquinilla que le falta muy poco para ser centenaria.
Impresionante apurado con una sola pasada con la misma sensación de suavidad que si me estuviese quitando el jabón con la barra de protección.
Para completar el sabor Vintage, Gibbs Nº 53 y Floid... me he sentido como Sir Edward John Smith acicalándose en su camarote antes de ser deborado por las gélidas aguas del océano...
Material:
Semogue 2000, Gibbs Nº53, Ever Ready 1912, Alumbre, Floïd
Imagen:
http://lh5.ggpht.com/_8kygwsqzt_Q/TJ_D_QLoflI/AAAAAAAAA_c/BV4QvZpEmQA/s640/IMG_4306.JPG
(Gracias, Toni)
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Afeitado clásico.
Material:
* Simpson Berkeley 46, Best Badger.
* Jabón Martin de Candre.
* GEM featherweight con cuchillas Personna for GEM.
* Bálsamo Geo F.Trumper Skinfood a la madera de sándalo
Imagen:
http://piczasso.com/i/d5vx6.JPG
Lo que quiero mostrar con estos 2 últimos comentarios, es que afeitarse puede ser como comer:
- Una hamburguesa en un bar de comida rápida, porque hay que alimentarse para no desfallecer.
- Un menú digno del mejor paladar, tomado con tiempo, placer, disfrute.
Hacer que el afeitado diario deje de ser una tarea tediosa y por obligación y se convierta en unos minutos de cuidado personal, relajación, disfrute. Poder decir: "voy a afeitarme, durante unos minutos no me molestéis". Un ritual del cuidado personal masculino que puede ser obligación o placer.
Lógicamente, la opción es personal y de cada uno.