No es fácil saber qué ocurre ahora mismo en Irán, si hablamos del caso.
Si a algún lector le ofrece alguna reserva lo que ha leído en esta noticia, no tiene más que entrar en esta dirección: http://www.stopchildexecutions.com/index.php?option=com_content&view=article&id=89&Itemid=100. En ella se accede a un listado, cuya última actualización es del mes de junio, de jóvenes condenados a muerte en Irán. En el número 107 encontrará el nombre de Nemat Safavi.
Si algún lector sabe "farsi", puede probar a traducir esta información de septiembre del año pasado: http://www.hra-iran.org/Archive_87/1069.html. Es de "Human Rights Activist in Iran" y da a conocer la condena de Nemat. Menos trabajo ofrece buscar un poco para dar con la traducción que ofrecieron, en su momento, webs como la de "Stop Child Executions".
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En junio de 2009, según "Stop Child Executions" (http://www.stopchildexecutions.com/index.php?option=com_content&view=article&id=89&Itemid=100), 142 personas que habían, supuestamente, cometido delitos cuando eran menores de edad, permanecían en las cárceles de Irán a la espera de que la condena a muerte que se les había impuesto se cumpliera. Behnoud Shojaee, Mohhamdreza Haddadi, Amir Amrohalli, Bahman Salimian, Abbass Hosseini, Rahim Ahmadi, Safar Angooti y Nemat Safavi, entre otros, son algunas de esas personas. Para nosotros son, quizá, sólo nombres; pero tengamos en cuenta que esos nombres están siendo borrados de la lista por una justicia implacable.
"Iran Human Rights" informó (http://iranhr.net/spip.php?article1349) de que Behnoud Shojaee fue ejecutado el pasado 11 de octubre. Según la misma fuente, Safar Angooti iba a sufrir el mismo castigo el día 21 de octubre, pero su ejecución ha sido pospuesta (http://iranhr.net/spip.php?article1390). Con respecto al resto de los citados, "Iran Human Rights" aseguraba el día 17 que la mayoría corren el riesgo de morir próximamente.
Hace unos días, la sospecha de que Nemat Safavi vaya a encontrarse pronto en la misma situación, ha movilizado en su favor a muchos de internautas.
La mayor parte de los gobiernos, exceptuando al noruego, y de los medios de comunicación colaboran con su silencio en esta deplorable carrera de muerte.