El problema no es el prevaricador Peinado. Este tan solo es el desgraciado que hace de canario en la mina.
El problema es la absoluta desidia o incapacidad de los superiores de este pseudo juez para apartarlo de un caso que se ha inventado, basándose en recortes de periódicos, por tanto en contra de los criterios establecidos, para estos menesteres, del propio Tribunal Supremo, y habiendo choteado hasta en un par de ocasiones los límites de la investigación que le ha impuesto la Audiencia Provincial de Madrid.
La instrucción que está llevando a cabo el juez no sólo es un ejemplo típico de investigación prospectiva, no permitida por nuestra legislación, (además de tener un carácter sesgadamente político) sino un ejercicio de demencial delirio que combina la falta de base técnico jurídica con la chapuza característica de los personajes del tebeo, Pepe Gotera y Otilio.
Nadie en este país está haciendo tanto para desprestigiar el ya escaso prestigio de la justicia española como este sinvergüenza pero al parecer nadie está dispuesto a pararle los pies a semejante despojo judicial del cuarto turno.
El problema es la absoluta desidia o incapacidad de los superiores de este pseudo juez para apartarlo de un caso que se ha inventado, basándose en recortes de periódicos, por tanto en contra de los criterios establecidos, para estos menesteres, del propio Tribunal Supremo, y habiendo choteado hasta en un par de ocasiones los límites de la investigación que le ha impuesto la Audiencia Provincial de Madrid.
La instrucción que está llevando a cabo el juez no sólo es un ejemplo típico de investigación prospectiva, no permitida por nuestra legislación, (además de tener un carácter sesgadamente político) sino un ejercicio de demencial delirio que combina la falta de base técnico jurídica con la chapuza característica de los personajes del tebeo, Pepe Gotera y Otilio.
Nadie en este país está haciendo tanto para desprestigiar el ya escaso prestigio de la justicia española como este sinvergüenza pero al parecer nadie está dispuesto a pararle los pies a semejante despojo judicial del cuarto turno.