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La Argentina es paradójica. Parecemos y actuamos cual autosuficientes –por eso nos hacen chanzas sobre nuestro ego-, pero ante el primer desafío, el más normal, nos apichonamos teniendo a flor de labio el descorazonante ‘no podemos’.
Las criticas a la gestión del interventor del PAMI Carlos Regazzoni no se detienen. A la polémica que genero la quita de subsidios a jubilados y a la reciente denuncia penal en su contra por abandono de persona se suma un nuevo planteo. Ahora son los trabajadores del PAMI quienes cuestionan su gestión y piden que una comisión del Congreso controle los gastos de la obra social.
La Argentina es paradójica. Parecemos y actuamos cual autosuficientes –por eso nos hacen chanzas sobre nuestro ego-, pero ante el primer desafío, el más normal, nos apichonamos teniendo a flor de labio el descorazonante ‘no podemos’.
Las criticas a la gestión del interventor del PAMI Carlos Regazzoni no se detienen. A la polémica que genero la quita de subsidios a jubilados y a la reciente denuncia penal en su contra por abandono de persona se suma un nuevo planteo. Ahora son los trabajadores del PAMI quienes cuestionan su gestión y piden que una comisión del Congreso controle los gastos de la obra social.