Hace 20 años mi generación lloraba por el precio de la vivienda, el boom inmobiliario. Unos años después con la crisis mucha gente sufrió mucho.
Ahora veinte años después nos llaman privilegiados y casi todos somos propietarios a punto de terminar la hipoteca.
Dentro de veinte años la generación actual serán el demonio para los más jóvenes
Inimputable